A la memoria de mi padre:
  José Berni Gómez q.e.p.d.
  El inició esta colección
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS
Juan  Alberto Berni González  A.V.E. 1415
 
LA VITOLA POR SU PAIS DE PROCEDENCIA

Cuando analizamos o estudiamos con rigor el pais de ORIGEN o PROCEDENCIA de una vitola, es importante distinguir dos conceptos distintos sobre el país de origen:

Pues, si bien en muchos casos ambos orígenes coinciden, hay otros muchos en que los que no es así. Esto es debido a que los tabaqueros encargaban sus vitolas bajo pedido o las compraban sobre muestrario, a empresas o talleres litográficos extranjeros.

El país de origen de la Marca o del fabricante del cigarro solo se puede deducir del texto que este haya incorporado en algún sitio de la anilla (normalmente en alas o cuerpo central). A veces, incluso, se añade el país o la región geográfica donde está registrada la marca, como suele ser habitual en las vitolas de procedencia canaria o mexicana.
Pero si aún disponiendo de ella, no logramos ubicarla en los censos de marcas y/o fabricantes de que dispongamos, deberemos acudir a compañeros vitólfilos o expertos especializados para pedirles su opinión al respecto.

El país de fabricación de la vitola (no confundir con el país donde se ha registrado la marca de cigarros) se puede deducir de la marquilla litográfica, ubicada en su marginal o talón.
En muchos casos sucede que el talón está en blanco, no existe o está cortado, por lo que no podemos deducirlo de forma directa y tendremos que acudir a los catálogos vitolfílicos (si están catalogadas) o a hacer un ejercicio de aproximación basado en comparaciones o aproximaciones, siempre a riesgo de equivocarnos.
Con carácter general, siempre podremos apoyarnos en datos históricos sobre el desarrollo e implementación de la industria litográfica en cada país. Aunque vamos a analizar cada caso específicamente, anticipemos como ejemplos claros algunos casos.

En Cuba entre 1845 y 1850, cuando se comienzan a usar las primeras litografías destinadas a cajas de puros, la industria litográfica en la Isla está muy avanzada industrialmente, y por tanto va a autoabastecerse. Por ello podemos afirmar que gran parte de las vitolas cubanas, tanto las grandes marcas como las chinchaleras, son de procedencia nétamente cubana. 

En los Estados Unidos de Norteamérica, podemos afirmar que llegan técnicos litógrafos alemanes con gran experiencia que, alentados por el propio gobierno alemán, fundan talleres e imprentas para abastecer de vitolas y habilitaciones a su pujante industria tabaquera, aunque la gran demanda haría que se importara también desde Europa (fundamentalmente desde Alemania) importantes cantidades.

En México aunque se fabricaban puros desde el siglo XVIII, siempre se hizo de manera artesanal y con un mínimo aprovechamiento del potencial de su excelente tabaco. Habrá que esperar al último tercio del siglo XIX para ver despegar a la Industria Tabaquera mexicana, compitiendo activamente en el mercado internacional. Pero en aquellos momentos no existía en el país una industria litográfica lo suficientemente madura como para satisfacer la necesidad de incorporar bellas etiquetas litográficas y vitolas a en sus labores manufacturadas, siendo ésta la razón por la que encargaron las vitolas y etiquetas litografiadas para las cajas de puros de sus marcas a los más prestigiosos talleres litográficos del momento, que eran los alemanes.

Así sucesivamente, cada país tuvo en aquel momento una situación particular a nivel técnico y económico que condicionó que las vitolas se fabricaran in situ o bien se importaran, fundamentalmente de paises con una posición industrial desarrollada, como sucedía con Alemania.

En lo relativo a las características propias de las vitolas, decir que son diferentes para cada país de origen del cigarro, pudiéndolo atribuir a factores diversos, como la política comercial de sus empresas, las  leyes en el ámbito mercantil tabaquero imperantes en aquellos tiempos o el carácter, los gustos y las modas de su respectiva sociedad; de este modo la vitola, en cada país de origen, se impregna de un estilo o diseño típico que la suele caracterizar y distinguir de otras procedencias. 
Hay que tener muy en cuenta que las principales marcas de tabaco fabricaban un alto porcentaje de sus cigarros con destino a la exportación, fundamentalmente a Europa y los Estados Unidos, por lo que sus diseños, temas, etc... iban orientados a complacer los gustos y modas de las sociedades de estos países de destino.

Cuando los coleccionistas, llegado un momento, no podemos apoyarnos en dato alguno como marcas, textos, marquillas litográficas, etc..., no nos queda otra solución que aplicar el olfato vitolfílico, mediante el cual asignamos un país de procedencia sin tener argumentos sólidos a los que afianzarnos, solo basándonos en nuestra experiencia con vitolas de similares características. 
Aunque este método nos pudiera parecer poco riguroso o científico, la realidad es que las posibilidades de acierto son elevadas, sobre todo cuando el que lo usa posee cierta experiencia vitolfílica.
El vitólfilo adquiere este olfato con la experiencia, recibiendo los consejos de otros colegas con probada experiencia, examinando infinidad de vitolas y desmontando colecciones de procedencias varias. Y es en este último caso, cuando se analiza exhaustivamente, con detenimiento y paciencia una colección de cierta antigüedad procedente de un determinado país, cuando se aprende más y mejor a ubicarlas por países de procedencia. Estas experiencias se va incorporando al bagaje de conocimientos de cada coleccionista y transmitiéndose a su vez de forma informal a otros colegas a través de charlas o coloquios.

En muchos casos y en todas las procedencias, nos podremos encontrar con datos contradictorios o confusos, por ejemplo, que el idioma de los textos sea distinto al de su procedencia, que idénticas marcas o fabricantes sean en realidad marcas diferentes por haberse utilizado el mismo nombre o la misma denominación en distintos países.
Encontraremos también un numerosas marcas que han cambiado varias vecesde propietario o fabricante, conservando en muchas ocasiones su nombre o razón social inicial de origen, por razones meramente comerciales y de prestigio. Este hecho fue muy habitual en la industria tabaquera mundial, sujeta a un entorno de gran competencia y enconadas luchas por el mercado. Se formarían alianzas familiares o empresariales, grandes grupos tabaqueros, grupos de intereses económicos y políticos tanto dentro como fuera del país, que comprarían y venderían las más prestigiosas marcas en busca de jugosos beneficios.

Veamos con un mínimo detalle las características típicas principales y rasgos comunes de las vitolas por países de procedencia, a fin de diferenciarlas y de este modo disponerlas ordenadamente en nuestras colecciones.

 

LAS VITOLAS DE PROCEDENCIA NORTEAMERICANA

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Series antiguas, entre 1890 y 1920.
Anillas no temáticas del amplio vitolario USA.
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Retratos de personajes masculinos.
Selección de vistosas anillas de fauna.
Retratos de personajes femeninos.

las anillas de procedencia norteamericana son, con característica general, de una gran vistosidad, coloristas, de temática muy variada, de original diseño, de buena calidad litográfica y en muchos casos de notoria antigüedad. A partir de los años 1940-1950, la calidad decae ostensiblemente siendo tal característica la tónica dominante en las vitolas de todos los países. Las fábricas litográficas se ubicaban normalmente en territorio norteamericano con técnicos de origen alemán. Las mas antiguas fueron impresas en talleres dirigidos por litógrafos alemanes o encargadas directamente a Europa (Alemania). Son muy habituales las marquillas con la prestigiosa empresa litográfica norteamericana Consolidated Litho. Corp., miembro de la American Lithographic Co. fundada en febrero de 1892 por Joseph P Knapp mediante la asociación de varios establecimientos litográficos.

Dado la gran producción de la industria tabaquera norteamericana, el número de marcas y fabricantes es elevadísima y por consiguiente las vitolas distintas de este origen es realmente incalculable, materialmente inalcanzable para cualquier coleccionista. Para hacernos una ligera idea sobre ello, reproduzco unas cifras estimadas proporcionadas por el gran coleccionista y estudioso del tabaco norteamericano Tony Hyman:

« Entre los años 1880 y 1920 existieron en este país unas 150.000 fábricas de tabaco que llegaron a lanzar al mercado mas de 1.500.000 marcas con una venta estimada de 250.000 millones de cigarros »

Una parte importante de estas vitolas norteamericanas, sin duda las mas cotizadas, corresponde a las que incorporan en su parte central retratos de personajes masculinos o femeninos de EEUU o Canadá y en menor medida europeos, asiáticos, etc... 

Como característica común a todas estas anillas de retratos es que su tamaño es relativamente pequeño en comparación con las cubanas o mexicanas, con una longitud media de 6,5 a 7,5 cm. El colorido es brillante y multicolor, los formatos muy variados, predominando los redondeados; son habituales vitolas cuyos bordes siguen el contorno del rostro del personaje.

En un alto porcentaje figura el nombre del personaje en la parte central (arriba o abajo). Llevan marca y/o fabricante en aproximadamente un 40% de los casos y en menor porcentaje con marquilla litográfica. El número es elevado y son relativamente abundantes, aunque son muy apreciadas en el mercado vitolfílico internacional dado su antigüedad, vistosidad y calidad litográfica. Para hacernos una idea de su número, decir que:

En cuanto a las anillas sin motivo central, podremos encontrar gran abundancia de ellas dado que, como decía en anteriores líneas, el número de marcas y fabricantes norteamericanos fue realmente impresionante.
Sus formatos y diseños son muy originales y hasta atrevidos, con coloridos variados y brillantes.
Las más modernas son muy abundantes, se cotizan poco y se encuentran fácilmente. Sin embargo, las más antiguas, datadas de la época de la emigración de cubanos a Cayo Hueso (Key West) y posteriormente a Tampa (ambas en Florida), son muy interesantes. 

Las vitolas de marcas norteamericanas se pueden identificar fácilmente por sus textos (en idioma inglés) y por la aparición casi general de la palabra HAVANA (con V), y el lugar de fabricación del cigarro: Tampa, Key West, Philadelfia, New York, Detroit, etc... Es bastante normal que figure marca y/o fabricante, a veces con la partícula & (y), que enlaza los nombres de dos socios o mas socios, ejemplo: Selak & Hoffman.

Respecto a los nombres de las marcas antiguas son muy curiosas, pues conservan nombres o vocablos de raíz española, que comienzan por el artículo EL o LA muchas veces mal aplicados al género de las palabras o mal traducidos (con anglicanismos). Algunos ejemplo de marcas norteamericanas son:

La Agradable,   Amor y Zelo,   El Contesto,   La Cotiza,   Don Gusto,   La Espera,   El Firma,   La Garnita,    La Molesta,     El Puridad,    La Purencia,    La Pilarena,    El Salero,    San Loro,    La Saolo,     El Sereno,    La Siesta,    El Sidelo,    La Solica,    La Soneda,   Teano,    El Tampico,    El Toral,    La Tudo,    La Venga,     Valoridad,  y un larguísimo etc...

 

LAS VITOLAS DE PROCEDENCIA CUBANA

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Selección de algunos de los formatos mas habituales y representativos de las vitolas de procedencia cubana.
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Vitola temática de calidad máxima.
Sin marca, pero de  procedencia cubana.
Chinchales cubanos antiguos.

Las anillas cubanas correspondientes a la edad de oro de la Vitolfília (desde su aparición hasta la década de 1920) son consideradas por los expertos las de mayor calidad y belleza, juntamente con las mexicanas, filipinas y las impresas en las prestigiosas litografías alemanas. Su procedencia, en un alto porcentaje, es la propia Isla de Cuba, siendo ello atribuido a la gran tradición y calidad de sus talleres litográficos ya desde los albores del siglo XIX, véase el capítulo Desarrollo de la Litografia en Cuba y EEUU.
El tamaño típico de estas vitolas es generalmente mayor que el de la norteamericana o la europea, con una longitud entre 7,5 y 8,5 cm. de media, siendo sus formatos más clásicos y uniformes que aquellos.
La calidad, tanto del papel como tintas, dorados y relieves es inigualable, sobre todo las piezas de dicha edad de oro (anterior a la década 1920-1930). Esta gran calidad decae lenta pero inexorablemente debido a la mecanización de la industria en general y de la tabaquera en particular, aunque ocurre más lentamente que en Europa y EEUU, quizás debido a la permanente actividad de la Compañía Litográfica de la Habana, pero se agrava definitivamente a raíz de la Revolución Castrista, que marca un antes y un después en la producción de cigarros habanos.
El número de marcas y fabricantes es elevado, aunque nunca comparable con las vitolas norteamericanas. Hay marcas que poseen por si solas una gran cantidad de anillas distintas, por poner un ejemplo notable citaré: Partagas, Romeo y Julieta, José Gener o La Corona. No soy el único vitólfilo que me precio en poseer en mi colección más de 1.000 anillas distintas de la marca Romeo y Julieta.

Dado que el inigualable tabaco cubano fue sometido desde siempre a fraude y falsificación, las vitolas que anillaban sus  auténticos habanos de marca, siempre llevaban la marca y/o el fabricante para acreditar su procedencia y garantía. Por dicha razón, las mejores anillas cubanas van a tener siempre su marca incorporada en algún sitio del cuerpo central o alas. En todo caso, acostumbran a incorporar el texto: HABANA (con B) y a veces CUBA

Otro tipo de vitola cubana mas pobre y menos vistosa, pero auténtica y antigua como la que más y por tanto muy codiciada por los coleccionistas es el chinchal o vitola de cigarro fabricado en pequeños talleres artesanales o familiares, que se solían fabricar en localidades pequeñas; son muy típicas las ciudades productoras de Santa Clara, Camaiguan, Placetas, etc... y casi siempre figurará como texto en la anilla. 

Por todo ello, la vitola de procedencia cubana se hace especialmente reconocible; tiene un aspecto y olor especial. Es a raíz de la emigración de cubanos al sur de los Estados Unidos y sobre todo de la Independencia de Cuba y del desembarco económico de los norteamericanos en Cuba cuando muchas marcas son adquiridas por sus trust tabaqueros, conservando el nombre de la marca por mero prestigio. A partir de entonces muchas fábricas se trasladarán a los EEUU para abaratar costes y sus vitolas se imprimirán allí. Por ello hay algunas marcas y fabricantes cuyas vitolas están a caballo entre ambos países y por tanto podrían considerarse cubanas o norteamericanas según quien lo analizara.

En la galería de imágenes superior pueden apreciar los típicos formatos característicos de la vitola cubana, algunos de ellos asociados históricamente a marcas concretas. Es notorio la fidelidad de ciertas marcas a sus "formatos bandera", como por ejemplo: Allones, Romeo y Julieta, Partagás, J.L. Piedra, etc... También podrán observar ejemplos de antiguas vitolas chinchales y anillas de procedencia netamente cubana pero sin marca conocida.

Si desea conocer mas en profundidad las marcas cubanas mas relevantes, sus fabricantes y algunos detalles de sus vidas, ligadas en muchos casos a la emigración de españoles a Cuba, haga clic en el siguiente vínculo: Los Grandes Tabaqueros y sus Marcas.

 

LAS VITOLAS DE PROCEDENCIA MEXICANA
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Series antiguas 1890-1920.
Anillas no temáticas con los formatos mas representativos del antiguo vitolario clásico mexicano.
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Vitolas temáticas de calidad indudable.
Vitolas de fauna, especialmente las águilas con serpiente.

las vitolas mexicanas, como dijimos anteriormente, son de una gran calidad y por tanto muy buscadas y apreciadas por los coleccionistas. Suelen llevar la marca y la localidad de fabricación del cigarro, por ejemplo: JalapaVeracruz, San Andrés Tuxtla, Orizaba, etc..., aunque casi nunca figura el país (México).
Tienen una característica que las diferencia de las de otra procedencia y es que llevan, en muchos casos, el número de registro oficial del gremio de tabaqueros mexicano para cada marca .
Su tamaño es generalmente similar al de su homóloga cubana, es decir, entre 7,5 y 8,5 cm. de media. Sus formatos son sobrios y clásicos, quizás mas uniformes que aquellos y el color de fondo predominante es el rojo en todas sus gamas, desde el rojo anaranjado, que nos lleva a intuir una notable antigüedad, hasta el rojo bermellón (seguramente de antigüedad menor), aunque también encontraremos fondos azules o verdes en mucha menor proporción.
Característicos  del amplio y bello vitolario mexicano son algunos de los formatos que pueden ver en las imágenes adjuntas. Como es lógico, las anillas mexicanas de Casas Reales o de retratos de otros personajes masculinos o femeninos son del máximo interés y apreciación por los coleccionistas, como suele ser habitual en las vitolas de cualquier procedencia, pero las mexicanas muy especialmente ya que poseen una calidad litográfica insuperable (ver la galería de imágenes superior).

Son especialmente relevantes los conjuntos de anillas mexicanas con el águila serpentaria (águila que figura en su bandera nacional); este águila se caracteriza por mantener sujeta una serpiente por el pico y las garras. Existe un bello catálogo, editado en el año 2005 por ESCAVITOL, con 1.110 vitolas catalogadas de este tema específico. Son vitolas de marcas mexicanas o sin marca, procedentes en la mayoría de casos de litografías europeas y norteamericanas.

.Vitola de la serie Bailarinas del Jockey Club - La Violeta

Otro colectivo de vitolas de notable importancia en vitolfília son las series clásicas mexicanas de su edad de oro, sobre todo las marcas: La Violeta y La Rica Hoja. Cualquier vitólfilo habrá oído hablar de la famosa serie de las bailarinas del Jockey Club o de la serie Centenarios, ambas de la marca La Violeta o bien de la serie baraja española de la marca la Rica Hoja. Son anillas de singular belleza, buscadas con gran pasión por los coleccionistas, pues realmente son raras joyas litográficas en miniatura.
No obstante habrá que tener mucha precaución con estas series de la marca La Rica Hoja, pues es preciso saber que siendo todas originales, existen dos tipos:

Una vez que conocemos la existencia de ambos tipos de vitola, se puede apreciar a simple vista la diferencia en: colores, calidad del papel, dorados y relieves, cuando se las compara físicamente una junto a la otra. En el capítulo grado de autenticidad de las vitolas, dentro de la sección La Vitola en la Vitolfília, podrá encontrar mas completa información sobre reediciones de anillas.

 

LAS VITOLAS DE PROCEDENCIA FILIPINA

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Anillas no temáticas representativas del mas reducido  vitolario filipino: La C.G.T.F., La perla de Oriente, etc...
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Vitola s temáticas de calidad indudable
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Escudo de la C.G.T.F.

Las vitolas filipinas, al igual que las Cubanas o Mexicanas, tienen una gran calidad y como todas ellas son muy buscadas y apreciadas por los coleccionistas (las antiguas). Suelen llevar la marca y no siempre la localidad, casi nunca el país (Filipinas). Los formatos, tamaños, etc... de las vitolas filipinas son también muy clásicos con predominio del fondo rojo en sus distintas tonalidades.
Quizás esta procedencia sea la que aporte menor cantidad de anillas a la Vitolfília, hecho que queda compensado por la antigüedad su gran calidad. De especial relevancia son las anillas de la Compañía General de Tabacos de Filipinas C.G.T.F., fundada en el año 1881 por  Antonio López y López, Marqués de Comillas.
Dentro de sus variadas vitolas, muchas de ellas identificadas por las siglas C.G.T.F. o por el nombre de su fábrica en Manila: La Flor de la Isabela.

Merece la pena resaltar un bello y extenso conjunto de antiguas anillas de bellos coloridos con el escudo de la Compañía (ver última imagen en la parte superior). Siento poder hablar tan poco sobre las vitolas de esta procedencia pero desgraciadamente tanto mi colección como mis conocimientos no me lo permiten. No obstante, doy unas pocas reseñas que espero os puedan ayudar en algo:
- Revista AVE (No.100, P.9) - Marcas Filipinas, por el Dr. J. Lecha Pomar.
- Revista AVE (No.139, P.31 - Marcas de cigarros registradas en Filipinas, por A. García Paladini.
- Revista AVE (Coleccionables) - La Compañía General de Tabacos de Filipinas, por F. Giménez Caballero.

 

LAS VITOLAS DE PROCEDENCIA ESPAÑOLA. CANARIAS

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Anillas temáticas.
Vitolas peninsulares.

Las vitolas EspaÑolas son nuestras vitolas y por ello las que a nivel sentimental debemos apreciar mas. Cuando hablamos de vitolas españolas, casi sin querer queremos decir vitolas Canarias, pues de allí son la inmensa mayoría de las marcas de cigarros que dieron origen al numeroso vitolario español, sin olvidar honrosas excepciones como Tabacalera Española, Asturias, Galicia, etc... Fundamentalmente hay dos tipos de vitola de procedencia Canaria:

. Series españolas

Los fabricantes canarios, al igual que belgas y holandeses, también entraron con fuerza en el mercado de las series allá por los años 1950-1960. Desde entonces, marcas como Álvaro,   Aguere,   La Esmeralda,   Arautpala,   Condal,   La Marina,   Nereida,   La Fama,   Capote,   Reig,   El Guajiro,   Peñamil,    Tagoro,   La Reforma, etc... han editado una gran cantidad de ellas de variada temática y distintos tamaños: normales, semi-gigantes y gigantes, continuando hasta nuestros días, aunque en número muy inferior dado la crisis del sector tabaquero.

 

LAS VITOLAS DE PROCEDENCIA EUROPEA CON O SIN MARCA

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Vitolas temáticas con o sin marca
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Series clásicas (antiguas).
Temáticas, sin marca.
No temáticas con marca o fabricante
Impresas para el mercado de EE.UU.

Las vitolas Europeas (excepto España) son muy abundantes, aunque sin llegar compararse con las cifras de las Norteamericanas. Poseen una gran calidad litográfica, con bellos dorados (a veces auténtico pan de oro) y llamativos relieves, sobre todo las impresas en la edad de oro de la vitolfília (hasta los años 1920-1930), ya que según avance el siglo XX se irá produciendo un creciente deterioro de la calidad litográfica y del papel, así como una abundante producción, debido a la potente mecanización y al empobrecimiento y abaratamiento de las impresiones. 
La industria tabaquera europea se autoabasteció de vitolas procedentes de Compañías Litográficas ubicadas fundamentalmente en Alemania, Bélgica y Holanda, dado alto nivel tecnológico alcanzado por la litografía en estos países

En general, los formatos son clásicos, predominando las formas redondeadas para el cuerpo central con alas rectas y regulares; los coloridos suelen ser sobrios, dominando las distintas gamas del rojo; el tamaño es muy variado, desde muy pequeñas 4-5 cm. hasta longitudes de 8,5 cm., siendo la media algo menor que la vitola cubana o mexicana.
Si bien es cierto que la industria tabaquera alemana no tuvo gran relevancia en comparación con otras europeas como la belga o la holandesa y por supuesto con la cubana o la norteamericana, su prestigiosa industria litográfica produjo toda clase de etiquetas litografiadas a un nivel de calidad insuperable. De hecho, un gran número de marcas tabaqueras del resto de países (México, Filipinas, España, Estados Unidos, etc...) encargaban a Alemania fundamentalmente sus vitolas y habilitaciones. 

Son famosos los míticos talleres litográficos alemanes de la Gebrüder Klingenberg GmbH (siglas G.K.) en la localidad de Detmold, la Hermann Schött (siglas H.S.) en Rheydt, la August Osterrieth en Frankfurt (siglas A.O.), la Adolf Traub (siglas A.T. dep) en Mannheim, por poner algunos ejemplos. También en otros países europeos hubo talleres litográficos importantes, como la Vereenigde Drukkerij en Etikettenfabriek, reconocida por los coleccionistas por las siglas V.D.E. que figuran en el talón o marginal de muchas vitolas belgas y holandesas. En la galería de imágenes (arriba) podrá ver ejemplos de vitolas procedentes de litografías europeas, impresas para la Industria Tabaquera Norteamericana y otras sin marca, seguramente fabricadas por encargo o sobre muestrarios comerciales.

Para identificarlas, cuando en ellas consta la marca o fabricante solo tenemos que acudir a un censo de marcas. Si no figura la marca ni el fabricante pero sí figuran textos, su procedencia se puede deducir en una primera aproximación a partir del idioma: Alemán (Alemania y Austria), Francés (Francia y Bélgica), Holandés o Flamenco (Holanda), etc....
Por poner algún caso de textos que nos podemos encontrar: Marque Deposé (marca registrada) indica su procedencia seguramente Belga, hofleverancier (proveedor de la casa real) o sigarenfabrieken (fábrica de cigarros) indican su procedencia holandesa. No resultará extraño encontrarnos textos en castellano e inglés.

Hay pocas anillas de marcas inglesas, pues la mayoría de ese habla son norteamericanas. Finalmente tenemos los típicos textos genéricos de Flor Fina, Bouquet Fina, Extra Fina, Excepcionales, Aroma Fina, Pour la Noblesse, Regalía Bouquet, etc... que por sí mismos poco nos dirán sobre la procedencia. Existen grandes cantidades de anillas sin marca ofrecidas en muestrarios, fabricadas por litografías centroeuropeas (sobre todo alemanas).

. Series europeas


A raíz del final de la 2ª guerra mundial, sobre todo en Bélgica, Holanda y España, se lanzarán ingentes cantidades de anillas (muchas de ellas de baja calidad), primero para el mercado tabaquero, pero después se dirigirán hábilmente hacia el propio coleccionismo vitolfílico. Bajo el amparo de marcas conocidas o desconocidas, se editan series de vitolas y vitolinas muy vistosas, de temas variopintos y hasta exóticos.
Este fenómeno se produce debido a la existencia de un mercado emergente de coleccionistas que quieren invertir en vitolas, emulando a sus colegas filatélicos y numismáticos.

Aprovechando la falta de normas, directrices claras y catálogos, aparecieron bastantes casos de impresiones de procedencia o marca como mínimo dudosa e incluso claramente fraudulenta que, si bien no eran generalizados, ni mucho menos, sembraron el desconcierto entre los coleccionistas de la época, provocando una crisis que solo el tiempo y la labor de estudio y catalogación llevada a cabo por vitólfilos de contrastada experiencia logró estabilizar.

 

 
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