A la memoria de mi padre: José Berni Gómez q.e.p.d. El inició esta colección |
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS Juan Alberto Berni González A.V.E. 1415 |
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AUTENTICIDAD - REIMPRESIONES Y FALSIFICACIONES |
DEFINICIONES
Seguidamente, se incorporarán las definiciones que se han dado para intentar clarificar el concepto de autenticidad en la Vitolfília. Como se citaba en el capítulo La Vitola - Conceptos Técnicos, la revista AVE nº 109/110 en su página 12, incluyó hace muchos años (allá por 1967) dentro de las "Bases de la Vitolfília", las definiciones de los distintos elementos coleccionables:
Por lo tanto, a partir de estas definiciones ya tenemos un primer punto importante de partida. Así, centrándonos en las vitolas, se deduce que la seña de identidad para determinar la autenticidad de una anilla es que se haya confeccionado por y para la Industria Tabaquera.
Dicho esto, el problema se plantea cuando queremos demostrar o asegurar este extremo, es decir, que la anilla se haya fabricado como consecuencia del requerimiento de la propia Industria Tabaquera y con la finalidad específica de anillar los cigarros puros o tabacos elaborados en sus fábricas o talleres.
Así, cuando la anilla lleva impreso la marca o el fabricante, ya tenemos consolidada la garantía de autenticidad, pero en el caso contrario, es decir, cuando la anilla no aporta ninguno de estos datos, solo nos queda acudir a los catálogos vitolfílicos existentes o bien, en caso de no estar catalogada, a la sanción de un vitólfilo de prestigio, con una buena colección. Normalmente conocerá la pieza en cuestión y nos podrá orientar sobre su autenticidad. Si no conoce, aplicará su "olfato" y nos dará su opinión.
Durante mucho tiempo, la ausencia de marca o fabricante en las anillas fue causa suficiente para no considerarla como auténtica.
En nuestros días esto ha cambiado, y gran parte de estas vitolas se coleccionan dentro de la Vitolfília como una anilla mas, ya que fueron emitidas por las casas litográficas para cubrir las necesidades de la Industria Tabaquera del momento,
bien bajo pedido con diseño específico (a veces exclusivo) o bien basándose en bellos muestrarios genéricos preparados a tal efecto, donde el único texto,
en caso de existir, era los típicos Flor Fina, Bouquet, Cabinet, Excepcionales, Non Plus Ultra, Nobleza, Regalía, y un largo etc...
El único texto que he encontrado relacionado con este tema es la definición dada por la junta directiva de la A.V.E. en 1991 para el concepto de autenticidad en Vitolfília, aplicándolo de forma específica a las series de vitolas y vitolinas:
« Criterios a seguir para la determinación de la autenticidad de las series de vitolas y vitolinas emitidas por marcas españolas reales o figuradas »:
Hacer clic en el siguiente vínculo: Texto completo, tomado de la Revista AVE nº 251, Pag. 4,5,6,7.
Del análisis de este texto, cada uno puede sacar las conclusiones que quiera y aplicarlas según su criterio, tanto para series como para vitolas o vitolinas.
Diremos que hay bastantes etiquetas con forma de vitola, aceptadas como tales por muchos coleccionistas y que nunca anillaron puro o tabaco alguno, sin embargo se incluyen en las colecciones. En muchos casos se trata de piezas de una indudable antigüedad, belleza o calidad. Entre estos casos, podemos encontrarnos, por ejemplo, con etiquetas de chocolates, golosinas, botellas, etc.
EL CASO AD SWOLFS.
Un caso realmente curioso es el del fabricante de chocolates belga Adolph Swolfs, que lanzó su marca Chocolaterie Anversoise AD Swolfs y, en
una ingeniosa maniobra de marketing, compró restos de vitolas auténticas a distintos talleres litográficos (GK, HS, etc.) y las personalizó para su
negocio, imprimiendo con ellas dos conjuntos distintos de 200 bellas anillas cada uno y grabando en su marquilla o talón la marca con un número correlativo.
Curiosamente, algunas de ellas tenían hasta la marca o fabricante tabaquero.
Las incluía en sus cajas de chocolates, como hacían otras marcas de la competencia como Nestle o Suchard, pero con la diferencia de que estas incluían sus famosos cromos, conocidos por todos.
Las personas que llegaban a completar la colección eran obsequiadas con un premio. De hecho, al recibir el premio, las vitolas debían ser marcadas para no ser canjeadas de nuevo mediante una perforación circular, pues en una ocasión lo pude ver en una colección francesa que adquirí en la que había innumerables anillas de AD Swolfs dañadas todas ellas de esta forma.
En la figura de la derecha arriba, podemos ver un ejemplar de cada serie, con la marquilla litográfica en color rojo y en color azul respectivamente.
Debajo, vemos dos anillas iguales, una con la impresión de la marca de chocolates AD Swolfs y otra sin ella.
Puede encontrar mas información sobre estas vitolas en las revistas AVE No. 34, 97, 109, 120, 267 y 271.
REIMPRESIONES
Las reimpresiones son el resultado final de distintos
procesos de impresión de anillas fabricadas en los talleres
litográficos, cuando entre ellas ha mediado un tiempo considerable y por consiguiente sus
elementos (tintas, troqueles, planchas litográficas, papel, etc...) han
cambiado.
Como suele ser habitual en cualquier proceso de índole artístico, el paso del
tiempo suele condicionar negativamente la calidad del producto final.
Cuando el mismo o parecido diseño de una misma vitola perteneciente a la misma marca y fabricante ha sido realizado mediando un plazo de largo de tiempo, ocurre que ni las tintas, ni los dorados, ni el
papel son ya los mismos, con el paso del tiempo los procesos han cambiado y se han mecanizado. Aquel
artista litográfico que dedicó toda su vida a aprender y perfeccionar tan depuradas y
difíciles técnicas ya no se encuentra, o si se consigue no hay paciencia ni dinero
suficiente para pagar su trabajo.
Este hecho se constata en nuestro coleccionismo de manera palpable cuando en Cuba, a partir sobre todo de la independencia de la isla, muchas marcas fueron adquiridas por grupos económicos norteamericanos, los famosos "trust", que aplicaron una política marcadamente mercantilista y orientada a obtener rápidos beneficios.
En este caso concreto, no es preciso que transcurriera demasiado tiempo para poder apreciar a simple vista esa diferencia en la calidad, pues al cambiar de estrategia comercial, los nuevos responsables de la empresa conservaban la marca y el fabricante, encargando las mismas vitolas a otras imprentas que, aplicando tecnologías modernas, conseguirían similares impresiones a precios muy inferiores.
El resultado podemos observarlo a simple vista: baja calidad, pobreza en dorados y relieves, mal papel, y un largo etc. Un sencillo ejemplo lo podemos ver en la figura de la izquierda, concretamente en dos anillas de la marca cubana EDEN, en donde su diferencia de antigüedad será de 10 o 20 años a lo sumo, la mas moderna impresa en la todopoderosa Consolidated Litho. Corp., imprenta litográfica que, como todos sabemos, fabricó una gran parte de las vitolas usadas en la industria tabaquera de los EEUU.
Todos sabemos que, en general, la primera edición de cualquier cosa (sellos, libros, discos, etc.) es siempre la original y por tanto la más cotizada por los coleccionistas, y lo mismo ocurre con las vitolas. Las impresiones antiguas, de los años dorados de las anillas, allá por finales del siglo XIX y principios del XX, fueron las que usaron los mejores materiales: papel, tintas, dorados, etc. Fueron dibujadas en piedra por los mejores artistas e impresas por auténticos profesionales, que fueron aprendiendo el oficio durante muchos años. Obviamente, las tiradas realizadas en plazos relativamente próximos a la primera edición, no se consideran reediciones.
Según fue pasando el tiempo, los procesos mecanizados se fueron imponiendo, los
profesionales escasearon y los materiales básicos como papel, dorados y tintas
fueron bajando de calidad, con lo que las reimpresiones de aquellas anillas
míticas de la edad de oro de la vitolfília realizadas posteriormente fueron de
calidad cada vez peor, cosa que se observa fácilmente cuando se comparan a
simple vista (ver ejemplos en figura adjunta).
No se trata, ni mucho menos, de falsificaciones, sino tiradas efectuadas muy
posteriormente a su edición primigenia u original, incluso utilizando las
mismas planchas que se utilizaron en la primera edición. También era normal
que cuando se perdía calidad en el proceso de impresión por desgaste o
deterioro de las planchas, se procedía a dibujar unas nuevas planchas, con lo
que aparecían diferencias en cualquier parte de la anilla (letra, bordes,
relieves, alas, colores, incluso el mismo dibujo), dando origen al apasionante
mundo de las variantes en vitolfília,
que dado su importancia, es tratado en capítulo aparte.
En las dos figuras de la derecha de estas líneas se puede constatar a simple vista esa diferencia de calidad, sobre todo en la suavidad de los retrato y en su colorido natural (podrá apreciarlo con toda nitidez haciendo clic en las imágenes para ampliarlas). Durante las décadas de 1950 y 1960, se produce el auge de todos coleccionismos, y la Vitolfília no se queda atrás.
En plena expansión, proliferan las reimpresiones de anillas sueltas y series clásicas
del periodo dorado de la Vitolfília, con un claro interés comercial de
obtener rentabilidad a corto plazo, pero con una calidad final muy
mermada.
Estas reediciones fueron, en muchas de las ocasiones, perfectamente válidas o
legales, pues se imprimieron por las prestigiosas casas litográficas originales
como Hermann
Schött o Gebrüder Klinbengerg entre otras muchas, pero normalmente con una calidad muy inferior, como citaba
anteriormente.
En algunos casos da la
sensación de que se debió realizar mediante foto-reproducción, utilizando los
nuevos procesos mecanizados que se iban imponiendo de tricromía o consecución
de la totalidad de la gama de colores mediante los tres colores básicos: rojo, azul y verde o bien la cuatricromía basada en cuatro colores: cian, magenta, negro y amarillo.
FALSAS
VITOLAS
Dentro de este capítulo de vitolas de dudoso origen o
finalidad, hablaremos de varios casos, mas o menos claros pero, en cualquier
caso considerado fuera del coleccionismo de la Vitolfília, aunque haya
personas que las incluyan en sus colecciones, lo cual es perfectamente
admisible, ya que cada uno puede tomar las decisiones que considere oportuno con
su colección.
FALSIFICACIONES POR MANIPULACIÓN.
En primer lugar hay un grupo que podríamos denominar Vitolas Falsificadas
o Manipuladas que, independientemente del objetivo de la persona que lo
realizó (lucrativo, coleccionable, artístico, etc.), consiste en intervenir o
manipular alguna parte principal de la anilla (dibujo central, alas,
marginal, bordes) alterándola o transformándola, por lo que habrá dejado de
ser la pieza original para convertirse en otra distinta y por lo tanto perdiendo
su carácter original.
Como ya he citado, el objetivo puede ser altruista o interesado, de buena
voluntad o de mala fe, incluso claramente malicioso y engañoso, pero cuando se
da este caso, no se considerará la anilla como válida y auténtica.
Hay gran cantidad de manipulaciones, pero a título de ejemplo, citaré alguno, ilustrándolo con imágenes para su mejor comprensión y detección.
Uno de ellos consiste en utilizar una anilla cualquiera con o
sin marca, aunque era muy normal utilizar esas vitolas genéricas que todos
conocemos con el centro sin imprimir, de las que utilizaban las marcas como
plantilla para generar pequeñas emisiones de tiradas espaciales, bien con
dibujo central.
Recortaban el centro y lo sustituían por otro procedente de
otra anilla o cualquier otro dibujo
En el ejemplo de la anilla de la figura 1, a la izquierda, podemos apreciar una bella y auténtica anilla
de la
marca norteamericana El príncipe de Gales, a la que se recortó el
círculo central original sustituyéndolo por una pequeña litografía en la que se puede
ver un águila con el escudo USA.
El trabajo de sustitución está tan bien hecho que hay que fijarse mucho para apreciar el problema mediante la técnica anterior de verla al trasluz; curiosamente tampoco se notan escalones al tacto, sin embargo tocando y doblando el papel del águila se aprecia perfectamente una tersura y dureza completamente distintas al del papel del resto de la vitola, y es por ahí como logramos detectar la falsificación.
Otro ejemplo de este primer tipo de falsificación es la figura 2, en el que vemos cómo sobre bellas y antiguas anillas con el óvalo central sin imprimir, se pegaron recortes de bellas señoritas sacadas seguramente de tarjetas postales, revistas, etc...
Otro caso de manipulación es la figura 3 donde vemos la reparación de una anilla sin alas o con alas deterioradas, recortando su centro y pegándolo sobre el centro sobre la vitola base.
Un último caso de manipulación, muy habitual en vitolfília
pero que, en mi
modesta opinión, no deja de ser una manipulación, ya que puede cambiar o alterar
la
identidad de una anilla, es el añadir el talón o marginal a una vitola que no lo
tiene porque ha sido cortado. Yo prefiero dejarla tal y como está, pero si por
motivos de estética, el coleccionista quiere repararla y añadirlo, lo honesto sería
realizar una marca o señal que lo indique.
Algo parecido ocurre en el arte con los
distintos tipos de restauración: uno de ellos restaura totalmente el monumento
y otro (el mas purista) deja intactas las partes originales pero no reconstruye
las partes destruidas.
En resumen diremos que, si bien estéticamente este tipo de manipulación es
apropiado, en Vitolfília no parece del todo correcto, aunque todos las
incluyamos en nuestras colecciones, sobre todo cuando son piezas de alta calidad
como la de este ejemplo.
En la ver figura 4, a la derecha, podemos apreciar un caso real de una bella anilla de Jorge V de la marca cubana El Águila de Oro, que se ha reparado añadiéndola el marginal. En este caso, que yo sepa, no se conoce otra anilla mas que ésta (con el marginal blanco), pero no siempre es así habiendo otros muchos casos en que la misma anilla tiene marginales distintos.
FALSAS EMISIONES.
A raíz del final
de la 2ª guerra mundial, sobre todo en
Bélgica, Holanda y España, se lanzarán ingentes cantidades de anillas (muchas
de ellas de baja calidad), primero para el mercado tabaquero, pero después se
dirigirán hábilmente hacia el propio coleccionismo vitolfílico.
Bajo el amparo marcas conocidas o desconocidas, se editan series de vitolas y vitolinas muy vistosas, de temas variopintos y hasta exóticos. Este fenómeno se produce debido a la existencia de un mercado emergente de coleccionistas que quieren invertir en vitolas, emulando a sus colegas filatélicos y numismáticos.
Aprovechando la falta de normas, directrices claras y catálogos, aparecieron bastantes casos de impresiones de procedencia o marca como mínimo dudosa e incluso claramente fraudulenta que, si bien no eran generalizados, ni mucho menos, sembraron el desconcierto entre los coleccionistas de la época, provocando una crisis que solo el tiempo y la labor de estudio y catalogación llevada a cabo por vitólfilos de contrastada experiencia logró estabilizar.
Las series, auténticas, fraudulentas, dudosas, etc... inundaron o saturaron el mercado vitolfílico en cantidad y variedad, a precios en muchos casos abusivos. Todo ello, unido a una calidad muy baja, provocaron una creciente incertidumbre, que se convirtió en seguida en frustración y cansancio, lo que propició que muchos vitólfilos, tanto antiguos como recién llegados, abandonaran el coleccionismo. Hasta nuestros días llegan los efectos de "la inundación"; por ejemplo se puede encontrar ofertas de 30 series completas y nuevas por 10,00€.
Un tipo de emisión falsa, relativamente frecuente, es aquella que
utilizando vitolas genéricas, con el óvalo central en blanco, lograban imprimir
hábilmente dibujos de personajes o cualquier otro motivo con técnicas mas o menos
depuradas.
Este tipo de vitola falsa, que a veces es bastante antigua, se detecta por ser dibujos impresos a veces
burdamente con tampones de caucho y otros métodos rudimentarios o siendo
procedimientos mas depurados, no llevan la capa de laca o
película protectora brillante que normalmente llevan las anillas de fábrica,
entonces, si aplicamos un borrador a la superficie, suele desprenderse o emborronarse la
tinta.
En la figura 5, a la derecha de estas líneas, se puede ver un posible ejemplo de este tipo de
falsa anilla.
FUENTES DE INFORMACIÓN (*)
(*1) Revista de la Asociación Vitolfílica Española (A.V.E.).
(*2) Colección del autor.
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