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A la memoria de mi padre: D. José Berni Gómez q.e.p.d. iniciador de esta colección | COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS |
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Etimológicamente, la palabra vitola tiene varias acepciones, que figuran
en Diccionario de la Real Academia Española D.R.A.E.
La primera hace
referencia al calibre (forma y dimensiones del cigarro). El resto de definiciones aluden a la vitola o anilla propiamente
dicha.
Si buscamos en el D.R.A.E. nos dará una definición más
detallada:
En esta sección nos centraremos específicamente en la Vitola o Anilla de cigarro
puro como objeto principal
y finalidad del
coleccionismo vitolfílico. Los contenidos estarán divididos en diversas secciones
individualizadas, a las que se podrá acceder desde el menú de
contenidos de la parte superior o inferior de la página.
Repasaremos los conceptos fundamentales
que se necesita conocer para poder abordar y entender con
el debido rigor los apartados s que tratarán sobre la Vitolfilia
como Coleccionismo. Estos contenidos previos sobre la Vitola son:
Breve reseÑa histÓrica.
Tiempo atrás se pensaba que el origen de la vitola podría haber
surgido de la necesidad de
proteger los guantes de las señoras fumadoras de cigarros, allá en las
postrimerías del siglo XIX. Pero
realmente esta creencia no parece tener fundamento histórico, y por tanto hay
que situarla en el ámbito
del romanticismo o de la leyenda romántica. Parece demostrado
documentalmente (*1) que, tanto la vitola como el juego de habilitaciones que
acompañaban a las cajas de puros, nacen a raíz del considerable auge del tabaco
a partir del primer tercio del siglo XIX, y de la consiguiente competencia existente entre los
fabricantes tabaqueros cubanos y su lucha titánica por proteger sus preciadas
labores contra fraudes y falsificaciones, sin obviar la habitual política
seguida por los fabricantes de aquella época de distinguir y
adornar sus productos, que en nuestro caso son los cigarros puros, destinados o dirigidos
siempre a personas de alto
nivel social.
Al principio, los cigarros se exportaban en grandes cajas de madera de pino, que llegaban a contener hasta 5.000 cigarros, identificándose únicamente mediante una impresión al fuego llamada hierro realizada en la parte exterior de dichos cajones, donde podía leerse el nombre del fabricante y algunas veces su dirección o procedencia. Poco a poco se va mejorando el proceso de empaquetado, envolviendose un número determinado de cigarros en el denominado papel de envoltura, donde también figuraban los mismos datos que en el hierro.
El fraude, las imitaciones y la enorme competencia entre fabricantes les conduce
a ir reduciendo progresivamente el número de cigarros en las cajas e
identificarlos adecuadamente. Así, los cigarros se envuelven en mazos de 25, 50 y 100
unidades y se rodean con una cinta.
En paralelo, los gobiernos de los países
productores como España (Cuba), los Estados Unidos, etc..., en un intento de
recaudar dinero para ayudar a cubrir sus deudas, por ejemplo la guerra civil
norteamericana, deciden gravar los cigarros, y para ello incorporan un sello de
impuestos en cada caja, que normalmente había que rasgar o romper para poder abrirla.
Las primeras etiquetas litografiadas conocidas son incorporas por la Industria
Tabaquera Cubana allá por los años 1836-1840 en las cajas de
cigarrillos, conociéndose como marquillas
cigarreras.
Pero la lucha por proteger las preciadas labores tabaqueras de fraudes y
falsificaciones no había hecho más que comenzar. Para conseguir frenar ese continuo fraude, y también por la necesidad de distinguir y adornar los cigarros puros
destinados fundamentalmente a personas de alto nivel social, nacen
los envases de lujo que Ramón Allones (La Eminencia) y la familia Susini (La Honradez) comenzaron a utilizar en los últimos años de la década, entre 1845 y 1850, y que tanto llamaron la atención en las mesas de los príncipes, reyes y emperadores europeos. Esta forma de envasar los puros fue rápidamente imitada más tarde por el resto de fabricantes cubanos. (*4)
En poco tiempo en la industria tabaquera cubana se generalizó el uso de incorporar en las cajas de cigarros
puros bellas estampas litografiadas llamadas juego
de habilitaciones con sus distintas partes: vista exterior, vista interior, bofetón o
bocetón, papeleta, contraseña o tapaclavos, filetes y finalmente el sello garantía.
Los cigarros se exhibían en casinos, clubes, salones
sociales, hoteles, embajadas, etc... con la tapa abierta, al objeto de mostrar la bellas etiquetas litografiadas con
que se adornaban, y que aseguraba al fumador su marca original y
procedencia; así se animaba al fumador a probar con garantía tan atractivo producto.
Finalmente llegan LAS VITOLAS, anillando cada cigarro puro individualmente. Durante bastante tiempo se ha venido afirmando que la primera vitola databa de 1858 (*2), pero en la actualidad parece demostradoque la aparición de la primera vitola debió suceder con bastante certeza con posterioridad al año 1870, bastantes años después de la aparición de las primeras habilitaciones. (*1)
El mayor esplendor de la vitola corresponde a sus fases más tempranas, es decir, desde su aparición en 1870 hasta 1910-1915 (según opiniones). Este periodo es considerado por los expertos como la época de oro de la vitolfilia. En él se producen las vitolas de mayor calidad artística y por tanto las mas preciadas.
Los miembros de las Casas Reales, la aristocracia y el resto de la alta sociedad, al igual que la creciente capa burguesa adinerada, se honraban en regalar a sus amigos, miembros o invitados los mejores cigarros puros de las mas distinguidas marcas tabaqueras del momento, y la vitola era el complemento o adorno que le distinguía, proporcionando al cigarro un toque lujoso, exclusivo y personal. Por ello, frecuentemente se pedía al fabricante el anillado de los puros o tabacos con vitolas especialmente realizadas para el club, la empresa o el personaje en particular, siendo conocidas estas vitolas como "vitolas especiales" o "personalizadas".
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PROCESO DE FABRICACIÓN DE LA
VITOLA.
El proceso de elaboración de las vitolas pasa por
múltiples pasos, desde el momento en que el fabricante de tabacos ordena sus vitolas hasta que
se inspeccionan y se envían los paquetes al tabaquero con destino a encintar sus
cigarros.
Veamos estas distintas fases con un mínimo detalle:
Dibujo.- Cuando un tabaquero realiza un pedido de vitolas, se
pone en contacto con la Compañía Litográfica y se cambian impresiones en
los dos sentidos, es decir, sobre la idea inicial del primero los técnicos
litográficos suelen aportar recomendaciones o cambios que, normalmente,
mejoran el resultado final.
Una vez ambos de acuerdo, un artista pintor litográfico procede a dibujar
la vitola ajustándose diseño pactado: tamaño, formato, dibujos en
centro y alas, textos, etc...
Preparación de la plancha original.- Finalizado y aprobado el dibujo, se traza en unas finas láminas de gelatina y se pasa a una piedra litográfica, repitiendo el dibujo tantas veces como colores (pasadas o impresiones) han de aplicarse. Este trabajo requiere una gran pericia ya que se realiza a punta de plumilla por separado los dibujos correspondientes a cada color.
Preparación de la plancha múltiple .- Se sacan pruebas de la plancha original en tinta negra grasa y se trasladan dichas pruebas a la plancha múltiple, que reproduce a la vez varias vitolas para cada color.
Preparación de la plancha de relieve y duplicados .- De la plancha múltiple se obtienen nuevas pruebas para hacer una plancha igual en bronce destinada a dar el relieve a la vitola. Dependiendo de la tirada se hacen copias de esta plancha, una de ellas para imprimir los dorados.
Impresión .- Finalizadas las planchas, se realizan pruebas a mano superponiendo los colores y la impresión de los dorados. Logrado esto, se prepara un trozo de impresión, de acuerdo con la cantidad de vitolas del pedido, combinando varios tipos o tamaños que tengan igual colorido. Las máquinas impresoras imprimirán cada color por separado. La última pasadas será para la plancha que imprimirá el dorado.
Secado, satinado y barnizado .- Se procede a secar las tintas grasas, luego a eliminar restos de polvo de bronce u oro que pudieran haber quedado adheridos y finalmente el satinado y barnizado, con especial cuidado de no hacerlo con el extremo final del ala que irá engomada.
Guillotinado y relieve .- Las pliegos de papel con múltiples vitolas en cada uno son cortados en plantillas para pasarlas por las matrices de relieve. para lo que se utilizarán unas prensas especiales de gran potencia que funcionan con planchas macho y hembra que harán que el papel se deforme en las zonas deseadas (orlas, bordes, adornos, partes de la imagen , etc..) y logrando un bonito efecto tridimensional.
Engomado y troquelado y empaquetado.- Se engoman los pliegos en su
reverso, por la zona adecuada y una vez secos se ponen en paquetes de 25 o
mas para ser troquelados. En este proceso, la vitola es cortada o
separada del papel soporte y por lo tanto queda con su forma y tamaño
final. Se somete a rigurosa inspección y se empaquetan para su envío al
peticionario.
FUENTES DE INFORMACIÓN UTILIZADAS
(*1) Libro 100 anillas de calidad en la Litografía Tabaquera.
(*2) Revista AVE N.308, P.12.- En ella el Sr. Josep Llobet afirmaba que la
primera vitola fue impresa en 1858 correspondiendo a la conmemoración del
tendido del primer cable telegráfico entre Europa y América y que dirigió
Cyrus W. Field, que figuraba en la parte central de la supuesta vitola.
(*3) Revista AVE N.28, P27. Artículo del Dr. José Perdomo en el que
realiza un reportaje al Sr. D. José Suárez Serviá, vicepresidente de la
mítica Compañía Litográfica de la Habana en el que se describe el proceso de
fabricación de las vitolas.
(*4) José Rivero Muñiz. En Revista Tabaco (La Habana). Agosto-Noviembre, 1933
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