A la memoria de mi padre:
  José Berni Gómez q.e.p.d.
  El inició esta colección
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS
Juan  Alberto Berni González  A.V.E. 1415
 
LA VITOLFÍLIA

DEFINICIÓN DE VITOLFÍLIA.
La palabra Vitolfília tiene dos acepciones diferenciadas, y por tanto dos definiciones distintas:
.Eduardo Cabezudo, fundador de la Asociación Vitolfílica Española A.V.E. el 1 de marzo de 1949


Concepto general de VitolfÍlia.

La primera referencia a la palabra Vitolfília la he encontrado en boca de Eduardo Cabezudo, fundador y primer presidente de la Asociación Vitolfílica Española. Concretamente en un artículo de la revista de la A.V.E. que conmemoraba el 40 aniversario de su fundación (marzo de 1949) se narraba una entrevista en la que era preguntado por las razones que le impulsaron a su creación y entre otras cosas describía como se había gestado la aparición de la palabra Vitolfília:

« .... entonces se me ocurrió modificar esto, orientándoles en el sentido de constituir la Asociación Española de Coleccionistas de Cigarros Puros. Como esta denominación resultaba excesivamente larga, busqué su reducción y nació la Vitolfília, de vitola y philos, que fue acogida con simpatía y cariño por los aficionados ».

La primera definición de Vitolfília la encontré en uno de los primeros libros editados sobre el coleccionismo de anillas, titulado "Vitolfília" y editado tres años mas tarde, en 1952), por su autor, Alfredo García-Valdés Paladini, en el que la definía sencillamente como: La costumbre de coleccionar anillas de cigarros puros. En dicho libro, el autor reconocía que la palabra no estaba incluida en el Diccionario de la Real Academia Española, aunque citaba que un conocido académico de dicha institución se había arriesgado a dar la citada definición como válida. 

Otra definición la otorga recientemente la propia Asociación Vitolfílica Española A.V.E. en su Sitio Web oficial (actualmente fuera de servicio); en ella se cita textualmente: Recibe el nombre de vitolfilia el arte que trata del conocimiento de los anillos/as de los cigarros y modo de coleccionarlos. Finalmente, si aplicamos estrictamente el análisis etimológicamente a la palabreja en cuestión y la descomponemos en sus dos partes: vitol y filia, el diccionario de la lengua nos define filia como: afición o amor a algo y vitol(a) como: anilla de los cigarros puros (una de sus acepciones); si finalmente lo juntamos, queda lo siguiente: afición o amor a las anillas de los cigarros puros

 

LA VITOLFÍLIA como Coleccionismo.
Ya en el año 1967, la comisión técnica propuesta por la A.V.E. para asentar las bases de la vitolfília, la define como: El coleccionismo y el estudio de las vitolas, las vitolinas y las habilitaciones (revista AVE n.109/110 p.12).  Posteriormente, en 1997, los autores del excelente libro: Cien anillas de calidad en la litografía tabaquera (p.21), Florencio Giménez Caballero y Manuel López Rodríguez, hablando de la Vitolfília, y sin llegar a definirla, la describen del siguiente modo:
« .... El coleccionismo vitolfílico incluye no solo las anillas sino, como se ha dicho antes, todas aquellas piezas que sirven para garantizar los cigarros o para embellecer los mazos y cajas donde se conservan. »
También, la página web de la Asociación Vitolfílica Española ofrecía una definición similar, pues dice textualmente:
« La Vitolfilia, como coleccionismo, no solo abarca los anillos/as de los cigarros puros, sino también las habilitaciones (lámina litografiada que cubre las cajas de los cigarros) y las vistas (hojas de papel litografiado que se pega en el interior de las cajas de cigarros puros). »

La conclusión es que se observa una clara tendencia a incorporar a la Vitolfília la totalidad de los elementos que acompañan a los cigarros puros: vitolas, habilitaciones o conjunto de etiquetas incorporadas en las cajas de puros, fajillas de impuestos, etc...

En cualquier caso, a título meramente personal, mi opinión sobre esta definición de Vitolfilia como coleccionismo es que el coleccionar vitolas o anillas de puro constituye, por sus características diferenciales, su enorme amplitud y complejidad, sería merecedora de una palabra que lo defina, identifique y diferencie del resto de elementos asociados al cigarro puro o al tabaco en general.
Desgraciadamente, a día de hoy (año 2009), que yo sepa, seguimos sin definición para nuestro coleccionismo en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
Nota .- Advierto que debido a la especialización de mi colección, cuando en lo sucesivo cite a la vitolfília será para referirme exclusivamente a la afición de coleccionar vitolas o anillas de cigarros puros.

Pues bien, una vez asentados las distintas interpretaciones del término "Vitolfília" veremos algo más sobre este coleccionismo: características, historia y evolución, movimientos asociacionistas, normativa y bases de la Vtolfília moderna, actividades de los grupos vitolfílicos (concursos, exposiciones, etc.) y finalmente el estado actual y expectativas de futuro, siempre (y repito) en el ámbito exclusivo de las vitolas. 

LA VITOLFÍLIA. Un coleccionismo distinto y apasionante.-
Al leer la solemne frase que encabeza estas líneas, es seguro que cualquier neófito o desconocedor de este complejo coleccionismo me tachará, como poco, de exagerado o de estar haciendo propaganda sobre la Vitolfília. No se le podría culpar por ello, ya que para poder percibir esta sensación resulta imprescindible haber estado inmerso en este coleccionismo o al menos tener una mínima información.

Las razones que justifican que la Vitolfília sea realmente apasionante son sencillas de comprender y se basan sencillamente en sus características intrínsecas o propias, que resultan sumamente sugestivas para el COLECCIONISTA "con mayúsculas" y que la hacen apasionante, realmente distinta de cualquier otro coleccionismo. La Vitolfília sintoniza a la perfección con el espíritu minucioso, investigador, indagador, buscador incansable, etc que constituye el germen del coleccionista. 

Gran parte de estos argumentos son consecuencia del propio origen o razón misma de la aparición, uso y rápido crecimiento de las vitolas y habilitaciones, que no fue otra que la necesidad que tuvieron los empresarios tabaqueros cubanos en la primera mitad del siglo 19 de adornar sus cigarros y envases con bellas litografías para distinguirlos de otros, dar garantía a su marca y salvaguardar el origen y autenticidad de sus cotizadas labores, defendiéndose así de engaños, fraudes y competencia desleal.
Este es el motivo por el que las piezas vitolfílicas carecen de Organismo Oficial alguno que certifique su originalidad y autenticidad, como ocurre en otros coleccionismos como la filatelia por ejemplo. Este hecho, por sí mismo, planteó importantes incertidumbres a la hora de sentar las bases de la vitolfília y exigió y aún hoy exige un gran esfuerzo de normalización, definición, catalogación, etc... que es realizada por expertos vitólfilos. En definitiva, exige conocimientos mínimos y cierta documentación.

No obstante, como contrapartida, esta característica otorga a la vitolfília una incomparable chispa y personalidad que la distingue de otros coleccionismos, convirtiéndola en una aventurera excitante y atractiva para cualquier coleccionista amante de la sorpresa, de la investigación, del reto ante la incógnita y de la belleza miniaturizada.
Veamos algunas de las características que justifican esta afirmación:

. Haciendo clic sobre cada vitola, podrá verla ampliada y con una descripción del acontecimiento histórico asociado.
.Ejemplos de la inagotable temática existente en Vitolfília.
Hacer clic para agrandar la imagen
  1. Antigüedad.- La aparición de las primeras anillas datan de la segunda mitad del siglo XIX (las habilitaciones lo harían antes). 
  2. Belleza.- Son consecuencia directa de un tiempo en el que la belleza se buscaba en todos los órdenes de la vida. En concreto la utilización de las vitolas tuvo la gran suerte de coincidir en el tiempo con la Edad de Oro de la Litografía. Al considerarse el cigarro puro un artículo de lujo y moda, sus etiquetas incorporaban los más avanzados elementos de ornamentación, como son los relieves y los dorados (en muchos casos pan de oro), que no se dieron en otras litografías similares de la época, como es el caso de otras etiquetas comerciales como jabones, vinos, chocolates, y un largo etc.  
  3. Diseño artístico.- Al no obedecer a las esclavitudes de formatos o tamaños prefijados (ej. sello, etiquetas en general, ...) la vitola se diseña con una gran cantidad de tamaños, desde 2 cm. las mas pequeñas, hasta cerca de 40 cm. las gigantes, que sujetaban los mazos de cigarros, con innumerables y bellísimos formatos, en alas, centro, marginales y bordes, se adornan con múltiples elementos decorativos como cenefas, orlas, bordes, etc...
  4. Miniaturización.- Las vitolas son realmente miniaturas litográficas, y por ello constituyen un fenómeno único y distintivo dentro del mundo del dibujo impreso en papel (etiquetas, papeletas, adornos, carteles, calendarios, etc...).
  5. Vínculos históricos.- Pocos coleccionismos pueden estar tan orgullosos de la historia que las vitolas y habilitaciones nos aportan directa o indirectamente, ya que aparte de la rica historia asociada a los propios fabricantes tabaqueros y a sus marcas, hay que analizar detenidamente la vinculación de la anilla con las entidades, clubs, organizaciones, particulares, etc... a los que iban dirigidos, incluso con acontecimientos históricos, conmemoraciones o eventos. Así podremos contemplar e investigar sobre: monarcas, estadistas, militares, artistas, políticos, financieros, literatos, deportistas, fabricantes tabaqueros, club sociales, club deportivos, casinos, compañías navieras, y un larguísimo etc... Haciendo clic en cada vitola de la imagen a su derecha podrá leer el acontecimiento histórico asociado.
  6. . Pequeña colección de anillas de procedencia USA de principios de siglo 20. Como se aprecia,  están pegadas sobre las hojas de un antiguo libro de texto de matemáticas.
    Variedad de temática.- Encontraremos muy pocos coleccionismos con la incomparable variedad de temática que tiene la vitolfília. Como anécdota diré que la A.V.E. ha realizado algunos concursos con la finalidad de descubrir algún tema sobre el que la vitolfília no tenga alguna pieza sin conseguirlo, que yo sepa. Por ejemplo, hubo uno con la temática de tornillos y aparecieron varias anillas. 
  7. Cantidad.- Esta es una de las características que hace de la vitolfília un coleccionismo tan atractivo y apasionante; y es que el material a coleccionar es realmente inabarcable e inalcanzable, prácticamente infinito en términos cuantitativos o cantidad de piezas distintas. Esto es así por la inmensidad de marcas, fabricantes, imprentas, etc... que intervinieron en la generación de anillas durante estos 150 años de actividad. La cifra se incrementará notablemente si se incluyen la familia de las denostadas pero muy antiguas anillas sin marca, también fabricadas para la industria tabaco y que ciertamente anillaron muchos puros. Creo no equivocarme si afirmo que en la vitolfília moderna ningún coleccionista podría decir que lo tiene "todo" sobre algún tema, marca, fabricante, país, etc... 
    Solo para hacerse una ligera idea sobre ello, reproduzco unas cifras estimadas proporcionadas por el gran coleccionista y estudioso del tabaco en los EEUU, Tony Hyman: «Entre los años 1880 y 1920 existieron en los Estados Unidos unas 150.000 fábricas de tabaco que llegaron a lanzar al mercado mas de 1.500.000 marcas con una venta estimada de 250.000 millones de cigarros.» 
  8. Sorpresa, asombro, encanto.- Muy frecuentemente aparece la refrescante sorpresa de alguna vitola inédita, no catalogada o con alguna variante respecto a una ya conocida. Esto suele suceder en los concursos, exposiciones o sencillamente aparece en cualquier momento, sin mas explicaciones. Esta circunstancia sin igual es una característica de este coleccionismo, que confiere a la vitolfília una chispa y un encanto realmente apasionante.  
  9. Misterio, enigma, simbolismo, reto.- Frecuentemente nos encontramos con anillas indescifrables o incomprensibles, al menos para el observador, que te reta a obtener una respuesta, obligándote a reflexionar, investigar o compartir tus reflexiones con otras personas para intentar despejar el enigma en cuestión, con distinta suerte según el caso. Por ejemplo: un personaje desconocido, un anagrama, unas siglas, un símbolo masónico, una fecha junto a un texto, un escudo heráldico, etc... A poco esfuerzo que pongamos, podremos hacer volar nuestra imaginación para remontarnos a tiempos pasados, a otros lugares, recordar la historia, etc ...
  10. Personalidad.- Me encanta contemplar la diversidad y la personalidad de los álbumes de vitolas. No encontraréis ninguno igual, ni dos colecciones que se parezcan, pues cada coleccionista le va a dar su propia presentación, su propio orden, su toque personal y en definitiva su particular visión de la estética y de la belleza.
  11. Un fenómeno singular: "las variantes".- Las variantes, en vitolfília, constituyen un fenómeno bastante habitual a diferencia de otros coleccionismos. Es debido a que una misma anilla era impresa a lo largo del tiempo usando diferentes piedras litográficas, placas de metal o troqueles y tintas. Así, las vitolas obtenidas, siendo muy similares, no lo eran al 100%. Existen variantes con diferencias en elementos como: troquel, relieves, tono de colores, tintas, antigüedad (reediciones), bordes, retrato, remates, y un largo etc... Por tanto, podríamos asegurar en términos generales que el resultado de ejercer el coleccionismo de la vitolfília nos enriquece y nos hace crecer como personas, pues empuja nuestra curiosidad y fomenta nuestro espíritu investigador y creativo, nos plantea continuos desafíos, nos incita a la contemplación y por tanto a apreciar la belleza, nos aporta información y conocimiento, nos exige orden y disciplina y fomenta la comunicación y amistad entre personas. Si además entretiene y apasiona, pues tenemos todos los argumentos para invertir parte de nuestro tiempo libre en practicar el coleccionismo de la vitolfília.
.Figuras 1 a 5.- Ejemplos de malas prácticas llevadas a cabo en colecciones de cierta antigüedad.
HISTORIA DE LA VITOLFÍLIA
La Vitolfília, entendida como afición y coleccionismo, debió comenzar en el mismo momento de la aparición de las primeras vitolas, allá por la segunda mitad del siglo XIX, atraídos sencillamente por la belleza y lujo de estas primeras piezas, habida cuenta de la perfección que había logrado por entonces la técnica litográfica.

En aquella época los coleccionismos en general eran cosa de unos pocos pioneros medio chalados; estaban sujetos a criterios y prácticas radicalmente distintos de los que tienen hoy en día:

Cada coleccionista atesoraba sus piezas a su modo, sin demasiado cuidado, por orden alfabético, por colores o formas, siguiendo pautas artísticas, pegándolas sobre cualquier soporte (libro, cuadernos, agenda, diario, objetos ornamentales) o sencillamente almacenándolas en cajas.

De hecho, debieron perderse innumerables vitolas para siempre, muchas de ellas por su poca belleza estética, otras por su escaso número, por una inadecuada o nula conservación, etc. Debieron de darse bastantes casos, algunos de ellos son conocidos y comentados por actuales coleccionistas que cuentan como se llegó literalmente a arrojar a la basura colecciones enteras de gran valor, sencillamente por mero desconocimiento, falta de sensibilidad, desidia, etc...

A la vista de pequeñas colecciones de cierta antigüedad que he podido contemplar, destaco algunas malas prácticas que debieron estar muy en boga en los primeros momentos de la Vitolfília durante bastante tiempo y que han sido la principal causa de que un gran número de ellas hayan sido destruidas o deterioradas grave o irreparablemente:

El Asociacionismo Vitolfílico organizado.
Aparece por primera vez en los Estados Unidos a principios del siglo XX en forma de pequeños grupos o asociaciones incipientes, que fructifican de forma oficial con la creación, en 1932, de la mítica I.C.B.S. o International Cigar Band Society. Sus fundadores fueron E. J. Wolfe y A. O. Phillip, que funcionaron con éxito y entusiasmo hasta su disolución en 1951, momento en el que se escinde en asociaciones menores. Fueron los años dorados de la vitolfilia en los Estados Unidos y Canadá.
En 1957, Myron H. Freedman funda la International Seal, Label & Cigar Band Society, con intención de dar continuidad a la I.C.B.S. Freedman estuvo al frente de la misma y su máximo exponente durante mas de 30 años. Autor de gran número de artículos, publicó en 1975 su conocida obra Cigar Band Catalog.

Es necesario destacar la figura del conocido coleccionista norteamericano Luis Rubin, que comienza su colección de anillas en 1946 llegando a atesorar una de las mayores colecciones nunca conocidas hasta entonces, al menos en tamaño.
En 1957, cuando Rubin tenía 62 años, la A.V.E. en sus números 35 y 49 le entrevistaba y hablaba de él y de su colección de mas de 100.000 anillas, todas ellas diferentes como él mismo presumía. Era el concepto de coleccionar "cantidad" mas que "calidad", muy de moda por aquellos años.

Entresaco de ella algunas citas curiosas e interesantes para deducir o imaginar cual sería el pensamiento de estos pioneros de la vitolfília: 

El coleccionista Louis Rubin encarna a la perfección las características del vitólfilo norteamericano de aquella época: obsesión por la cantidad, protagonismo, grandilocuencia, etc. Hay que tener en cuenta la gran abundancia, variedad, vistosidad y antigüedad de las anillas de origen norteamericano (EEUU y Canadá), lo cual justifica la magnitud de dichas colecciones.

.Vitolas particulares de Luis Rubin.

.Vitola especial para la International Cigar Band Society I.S.B.S. Our hobby.

.Vitola de D. Eduardo Cabezudo,
fundador de la A.V.E. en 1949.

En Norteamérica, el coleccionismo de vitolas fue continuamente decayendo hasta su casi total desaparición en nuestros días, momento en el que es casi inexistente, habiendo derivado con fuerza hacia las habilitaciones o juego de etiquetas de cajas de cigarros puros.

En Cuba, aparece la primera asociación Vitolfílica (A.V.C.) oficialmente en el año 1955 y la funda D. Eugenio Álvarez pero es clausurada por el gobierno cubano el 12 de septiembre de 1960, reapareciendo posteriormente el 22 de marzo de 1986 y presidida desde entonces de forma continuada hasta nuestros días por D. Orlando Arteaga Abreu.

En Europa surgen focos de coleccionismo organizado en la mayoría de los países, los mas importantes se fundan sobre los años 50 del siglo 20. De entre ellos destacan Bélgica, Holanda y España. La Asociación Vitolfílica Belga A.V.B. o mas exactamente la Asociación General Real de Coleccionistas de Vitolas de Bélgica se funda en el año de 1953 y sobre esas fechas ve también la luz también la Asociación Vitolfílica Holandesa SIBAVER (Sigaren Bandjes Verramelaars o Sociedad de Coleccionistas de Anillas).  

En España, La Asociación Vitolfílica Española A.V.E. se funda el 1 de marzo de 1949, siendo su primer presidente D. Eduardo Cabezudo Astráin. Desde su misma creación, desplegará una importante actividad, como se verá mas adelante, en el capítulo dedicado a la A.V.E. y sus asociaciones locales.

Época romántica. Comienza el auge de la Vitolfília.
En Europa, en la década de los 50s, paralelamente a la constitución de estas primeras asociaciones se produce un aumento rápido y notable de los coleccionistas; a principios de la década de los 60s la vitolfília había crecido enormemente y la Asociación Vitolfílica Española tenía su máximo número de socios en activo (superior a 900).

Todo era optimismo y alegría. Las asociaciones con sus dirigentes y miembros destacados a la cabeza despliegan importantes esfuerzos en la divulgación de la vitolfília: exposiciones, concursos, emisiones de radio, etc...  Los coleccionistas españoles tenían ya su asociación y podían comunicarse, contemplar otras colecciones, aprender unos de otros e intercambiar sus anillas repetidas.
Las colecciones ganan rápidamente en calidad y en cantidad. Aparecen las grandes y míticas colecciones, algunas de ellas comenzadas muchas décadas atrás, sobre principios del siglo 20. Algunas de ellas han llegado hasta nuestros días pero otras se han vendido, repartido o desgraciadamente se le ha perdido la pista por lo que posiblemente se hayan perdido para siempre.

.Emblemática anilla conocida como "el Bismark de La Lolita".

Es de justicia destacar la gran colección vitolfílica de D. Florencio Giménez Caballero, que desde sus inicios (años 40s) no ha dejado de crecer y mejorar, siendo hoy uno de las colecciones referentes en la vitolfília internacional, especialmente sus anillas clásicas cubanas, tema sobre el que es un experto a nivel mundial.
Otras colecciones míticas fueron: Cabezudo, Doménech, Lecha Pomar, Paladini, Rico Ruano, Peris-Mencheta, Dr. Manjarrés, Romero Font, Emilio Menéndez, Garcés, Sosa Molina. En estas  colecciones pioneras ya se aprecian las piezas únicas de coleccionismo tan codiciadas en nuestros días como:
El Kaiser Guillermo II y el Bismark, ambas de la marca cubana La Lolita, la serie de las bailarinas del Hockey Club de la marca mexicana La Violeta, el toro de la marca también mexicana La Vencedora, y un largo etc, recogidas, la mayor parte de ellas, en el excelente libro cien anillas de calidad en la litografía tabaquera.

A comienzo de la década de los 60s comienza a percibirse los primeros síntomas preocupantes de desorientación y confusión entre los coleccionistas, de hecho, en 1964 el número de asociados en activo de la A.V.E. había disminuido a la mitad. No cabe duda de que hubo, entre otras, dos circunstancias que se conjugaron simultáneamente y que fueron las principales que provocaron esta confusión: 

Etapa madura. Se forjan las bases de la Vitolfília.
A principios de los años 60s, la directiva de la A.V.E., presidida entonces por su fundador el Sr. Cabezudo, preocupada por la falta de bases sólidas para el coleccionismo vitolfílico que estaba motivando, en parte, la creciente desorientación del colectivo de asociados y coleccionistas,  reacciona ante estos preocupantes problemas y crea una comisión técnica compuesta por los Sres. Giménez Botey, Paladini, Giménez Caballero y Lecha
El grupo orienta sus trabajos y actuaciones a dar respuesta contundente a las interrogantes planteadas por los coleccionistas, contestando sus preguntas, definiendo conceptos, fijando normas, catalogando anillas, investigando sobre marcas y fabricantes, etc...
Intenta, entre otras cosas, combatir esta proliferación de emisiones de series y anillas de dudosa procedencia. Esta comisión logrará finalmente definir los conceptos básicos de nuestro coleccionismo y forjará las bases de la vitolfília.
Definirá conceptos tan básicos e importantes como: la escala de autenticidad a aplicar en series, definición de vitola, vitolina y libranillo, criterios de calidad, etc... Durante todos estos años, además de la comisión anteriormente citada, trabajarán y colaborarán en España multitud de coleccionistas expertos y estudiosos de la vitolfília, que harán de la A.V.E. un referente de primera magnitud a nivel internacional . 

.Isidro Sureda, B. Rico Ruano, Emilio Menéndez y  Florencio Giménez Caballero

Citaré algunos y que me perdonen tantos y tantos otros que no podré hacer por falta de espacio físico y para no cansarles: Eduardo Cabezudo (fundador de la A.V.E.), Isidro Sureda, Emilio Menéndez, Manuel López Rodríguez, Florencio Giménez Caballero, Juan José Serrano del Valle, Carlos Casado, Jorge Pérez Chacón, Julio Herrero, José Pascual Bedelles, Lorenzo Rabadá, Rico Ruano, etc...

En esta etapa, se comienza a trabajar con pie firme en la catalogación de anillas, y fruto de ello aparecen los primeros catálogos: Comentarios I de 1961 (La vitolfília a través de las series) de José Sánchez Fernández, y "Casa Real Española" en 1960 de Florencio Giménez Caballero. Los trabajos de catalogación, estudio e investigación vitolfílica continuarán incansablemente hasta nuestros días, liderados por Florencio Giménez.
Las costumbres y las prácticas de los coleccionistas habían cambiado con el paso del tiempo, debiéndose adaptar a las circunstancias; por ejemplo, a finales de la década de los sesenta ya habían desaparecido prácticamente los intercambios de anillas, y su precio se disparaba por momentos empujado por un mercado con fuerte demanda y también por la publicación de precios de referencia sobre los catálogos de vitolas continuamente que iban apareciendo. Las exposiciones y los concursos servían para poner en su justo valor las piezas vitolfílicas de innegable calidad y/o rareza.

Por otra parte, la Comisión Técnica de la AVE, que trabajaba tenazmente para sentar las Bases de la Vitolfília, no consigue estabilizar el panorama de confusión y los coleccionistas caen en el desánimo. Parece ser que dichas bases no fueron bien entendidas y finalmente la Comisión no resultó suficientemente valorada. Como pequeña muestra de todo ello, transcribo parcialmente algunos artículos publicados en la revista de la AVE:

Estabilización. Lento languidecimiento.
En las décadas posteriores (años 70s en adelante) la situación se va estabilizando progresivamente y con ello, también lo hace el número de afiliados de la AVE.
Se consolida crecientemente el esfuerzo de catalogación de vitolas, que fructifica en la continua aparición de catálogos temáticos, desde los pioneros catálogos de series de D. José Sánchez Fernández (1961) o el primer catálogo de D. Florencio Giménez Caballero (1960) dedicado a la Casa Real Española.
Desde entonces se han publicado un número importante de catálogos temáticos y periódicamente (cada 4 años) se edita una lista de precios de todas sus anillas en ellos catalogadas.

Sobre el año 2001 ve la luz la primera obra creada por el grupo ESCAVITOL (Estudio y Catalogación Vitolfílica) compuesto por Miguel Ángel Martínez Orga, Felipe Rodrigo Quiralte y Florencio Giménez Caballero.

El concepto de catálogo cambia y se dirige a lo que podríamos denominar libro-catálogo, donde aparecen por primera vez juntos todos los elementos de la vitolfília: vitolas, vitolas semi-gigantes, vitolas gigantes, juego de habilitaciones, ... además de textos ilustrativos e históricos, todo ello para dotar al tema objeto de catalogación de todos los aditamentos informativos necesarios para una mejor y mas amena comprensión.

La revista AVE (n.309, p.34) del año 2002 recoge la noticia de la presentación de este grupo de trabajo y de dicha publicación: Catálogo de mujeres de marcas cubanas, 1º de 6s en total que dedicarían a este tema de vitolas de mujeres.

La actividad de los Grupos y Asociaciones Vitolfílicas languidece lentamente, llegándose llega a nuestros días con solamente tres asociaciones a nivel nacional sobrevivientes: la española A.V.E, la belga A.V.B. y la francesa A.V.P.F. además de unas pocas asociaciones españolas locales o autonómicas con cierta actividad: Grupo Vitolfílico de Barcelona, Alicante, Mallorca, La Coruña, Bahía de Cádiz, .... (es posible que alguna mas).

A nivel internacional, tanto la A.V.B. como la A.V.E. han tenido, y aún tienen hoy, una importante actividad, publican una revista con carácter periódico y han editado importantes catálogos y publicaciones de gran interés vitolfílico.

Fundadores de la AVE


la AsociaciÓn VitolfÍlica EspaÑola
(*1).
La A.V.E.. se funda oficialmente en Toledo el 1 de marzo de 1949, siendo su primer presidente Eduardo Cabezudo Astráin
Casi simultáneamente, el 11 de marzo de 1949, se funda, aunque careciendo de carácter legal, la Asociación de Coleccionistas de Anillos de Cigarros de Barcelona C.A.C. obedeciendo a una antigua tradición de coleccionismo vitolfílico en Cataluña; su primer presidente fue Françesc de P. Quintana. Esta asociación se transformaría en grupo legal u oficial en 1957, naciendo el actual Grupo Vitolfílico de Barcelona. El mismo presidente de la AVE, Sr. Cabezudo, apuntaba las razones que impulsaron a su creación, que fueron: 

« Pensando que tal vez mi colección de anillas tomase mayor incremento si conseguía ponerme en comunicación con otros coleccionistas para cambiar mis repetidas, puse anuncios en varias revistas filatélicas nacionales y extranjeras, buscando corresponsales. Mi sorpresa fue grande al ver la avalancha de contestaciones a mis anuncios. Entonces se me ocurrió modificar esto orientándoles en el sentido de constituir la Asociación Española de Coleccionistas de Cigarros Puros. Como esta denominación resultaba excesivamente larga, busqué su reducción y nació la Vitolfília, de vitola y philos, que fue acogida con simpatía y cariño por los aficionados. »

La actividad de la AVE fue frenética desde el mismo momento de su constitución, pues, de inmediato implementa el primer medio de comunicación a disposición de sus asociados en forma de una circular que funcionó de forma regular hasta el 1952, momento en que se convierte en la Revista de la A.V.E., como la conocemos hoy. 

. Vitolas conmemorativas de las mas antiguas Exposiciones Vitolfílicas.

Se inaugura  la 1ª exposición vitolfílica el 14 de julio de 1949 en Toledo, con gran despliegue mediático y a la que asisten, entre otras personalidades, tres Ministros del Gobierno y el Director General de Bellas Artes; además se incorporó una grabación del acto que difundió la emisora Radio Madrid para España e Hispano-América. 
Pocos meses después se organizaría una 2ª exposición con éxito similar. También la C.A.C de Barcelona realizó exposiciones vitolfílicas en esos primeros años, dado el núcleo importante de coleccionistas que tenía ya por entonces.

Se crea el primer Grupo Vitolfílico Local, recogido en el reglamento de la AVE (circular nº 2), nace el 25 de noviembre de 1949: la Asociación Vitolfílica de Madrid; su primer presidente es Salvador Guerrero de Zulueta. Su primera exposición vitolfílica se realizó en el Centro Asturiano de Madrid del 14 al 21 de mayo de 1956.
Nota.- En la figura de la izquierda se puede ver algunas anillas conmemorativas de estas exposiciones vitolfílicas pioneras en España (puedes hacer clic en ella para ampliarla y ver estas históricas anillas en detalle).

Los concursos vitolfílicos vinieron unos años después de las primeras exposiciones. Se cree que los primeros fueron realizados por el  recién creado Grupo Vitolfílico de Barcelona en 1957. Consistía en premiar mensualmente a la mejor vitola sobre un tema determinado a fijar por la organización, solo pudiendo presentarse una por coleccionista. El primer tema de concurso fue "molinos de viento" (dic.1957).

. Vitolas con el emblema de la A.V.E. y con su fundador.

A la vista del éxito alcanzado, la A.V.E. decide imitar la iniciativa y así se organiza el primer concurso con carácter nacional en mayo de 1958 en la sede del Hogar Canario de Madrid.  A partir de entonces, los concursos, tanto nacionales, como locales e internacionales (los menos) se suceden sin interrupción hasta nuestros días. 

La utilidad de los concursos para la vitolfília, pese a las controversias que a veces han causado, no puede ponerse en duda, pues por una parte fomentan el espíritu participativo y competitivo de los coleccionistas, por otra proporcionan frescura y novedad al coleccionismo y finalmente  aumentan nuestro conocimiento sacando a la luz del colectivo vitolfílico las mejores y mas apreciadas piezas que cada uno guarda cuidadosamente en sus colecciones, situándolas en su justo valor.
No debemos olvidarnos de su importante capacidad didáctica se participe o no en él, sobre todo si son promocionados convenientemente desde la AVE. Es un auténtica delicia contemplar, bien físicamente, bien en reproducciones a color a través de la revista, las piezas que se presentan en cada fase.
Buena prueba de su éxito y plena actualidad es que siguen vigentes a día de hoy, con buenos índices de participación.Uno de los logros mas fructíferos y apreciados de la AVE es su revista.

En sus mas de 50 años de funcionamiento ininterrumpido, obtuvo una gran proyección internacional por la calidad y cantidad de sus contenidos siempre y cosechó las mas sinceras y efusivas felicitaciones de sus asiduos lectores. La revista de la AVE es un gran compendio del saber vitolfílico, aunque tiene el gran inconveniente de la dispersión de sus contenidos debido a que están diseminados entre las 359 revistas que a hasta hoy (2015) se han editado.

Se suceden muchas otras constituciones de grupos locales (ver la lista que se incluye mas abajo). Se dieron bastantes casos de pequeñas asociaciones locales que no pudieron oficializar su grupo en la AVE por no contar con el número de miembros necesarios según sus estatutos.

Es la época de despegue y auge de la vitolfília (algunos la llaman época romántica). No obstante, como se observa en la lista, la vida de algunos grupos fue efímera y en general la mayoría fue languideciendo por falta de actividad efectiva. Unos pocos han llegado hasta nuestros días con un mínimo de actividad, siguiendo la tónica del lento pero continuo languidecimiento de nuestro coleccionismo. 

 

PRESIDENTES DE LA ASOCIACIÓN VITOLFÍLICA ESPAÑOLA A.V.E. DESDE SU FUNDACIÓN.
ORDEN NOMBRE PERIODO COMENTARIOS
1
EDUARDO CABEZUDO ASTRAIN mar.1949 - ene. 1964 Primer presidente y fundador. Sede Toledo.
2
DOMINGO GIMÉNEZ BOTEY ene. 1964 - ene. 1967  
3
ANTONIO GABALDÓN AROCA ene. 1967 - abr. 1968 Como presidente en funciones.
4
ALFREDO GARCÍA-VALDÉS PALADINI jun. 1968 - sep. 1972  
5
ENRIQUE EIZMENDI ALMUNIA sep. 1972 - abr. 1973 Como presidente en funciones.
6
FLORENCIO GIMÉNEZ CABALLERO abr. 1973 - jun. 1977  
7
JUAN JOSÉ SERRANO DEL VALLE jun. 1977 - may. 1984  
8
JOSÉ PASCUAL BEDELLES may. 1984 - jun. 1987  
9
FLORENCIO GIMÉNEZ CABALLERO jun. 1987 - dic.1999  
10
JOSÉ ANTONIO YANGUAS BORREGÓN dic.1999 - jun. 2003 La AVE se instala en La Coruña.
11
JOSÉ RAMÓN PASCUAL MARZAL jun 2003 - jun. 2005 La AVE se instala en Valencia.
12
JOSEP LLOP FUNCAR jun. 2005 - jun. 2009 La AVE se instala en Barcelona
13
JUNTA GESTORA. Preside FLORENCIO GIMENEZ CABALLERO jun. 2009 - jun. 2010 No se presentan candidaturas.
La A.V.E. en Madrid.
14
ESTELA CORTÉS COBO jun. 2010 - jun 2013 La AVE se instala de nuevo en La Coruña.
15
JOSÉ ANTONIO YANGUAS BORREGÓN jun.2013 a jun. 2015 J. A. Yanguas continua en La Coruña (1999-2003)
16
JULIÁN HUERTA GALVÁN jun. 2015 a jun.2022 La AVE en Madrid, de nuevo.

 

GRUPOS O ASOCIACIONES DE LOCALES DEPENDIENTES DE LA A.V.E. (por orden alfabético)
NOMBRE DE LA ASOCIACIÓN O GRUPO

FECHA DE
FUNDACIÓN

ESTADO ACTUAL

P: 1er Presidente 
S: 1er Secretario

Grupo Vitolfílico de Alicante 8 nov. 1987 activa P: José Manuel Baños Burló
S: José Antonio Pina Casanova
Grupo Vitolfílico del Principado de Asturias 15 oct. 1988 disuelto el 22.12.2003 P: Carlos Javier Alonso Pérez
S: Abilio Pérez Fernández
Grupo Vitolfílico de Avilés 1959 última actividad: 1976 P: José Suárez Pérez
S: Raul Trabanco Pequeño
Grupo Vitolfílico Bahía de Cádiz 1989 activa P: Francisco Román Sánchez
S: Yolanda Román Navarro
Grupo Vitolfílico de Bilbao 1963 última actividad: 1974 P: Enrique Ojembarrena 
S: Julio Lamana
Grupo Vitolfílico de Barcelona 10 nov. 1957 activa P: Francisco Musset Munich
S: Gabriel Tugores Gomila
Grupo Vitolfílico de La Coruña 11 may.1986 activa P: José Antonios Yanguas Borregón
S: Fernando Sobral Rodríguez
Grupo Vitolfílico del Ferrol del Caudillo 2 may. 1952 última actividad: 1960 P: Casimiro Echevarría Acha
S: Pablo Pazos Beceiro
Grupo Vitolfílico de Gijón 1951 última actividad: 1956 P: Antonio Álvarez Hevia
S: Saturnino García Meneéndez
Grupo Vitolfílico de Guipúzcoa 1970 última actividad: 1976 P: Julio Ortega Tercero
S: Ciriaco Izquierdo Pérez
Grupo Vitolfílico de León 1955 sin noticias sobre sus actividades P: Cándido Rueda Gutiérrez
S: Aureliano del Álamo Izcaray
Grupo Vitolfílico de Lérida 1954 última actividad: 1958 P: Enrique Tarruella Fantova
S: Valentín García Gallego
Grupo Vitolfílico de Madrid 25 nov. 1949 activa P: Salvador Guerrero de Zulueta
S: Rafael Gimeno Fernández
Grupo Vitolfílico de Menorca 22 nov. 1986 disuelta P: Jose Antonio Pons Florit
S: Mario Meliá Sintes
Asociación Cultural Vitolfílica Illes Balears.
Continuadora del Grupo Vitolfílico Palma de Mallorca
oct. 1952 activa P: Rafael Recio Blanes
S: Antonio Pons Pomar
Grupo Vitolfílico de Pamplona 6 feb. 1970 activa P: José Javier Echarte Peñalba
S: Paulino García Bastardo
Grupo Vitolfílico Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria) 31 jul. 1975 activa P: Vicente Rojas Mateos
S: Joaquín Espinosa Boissier
Grupo Vitolfílico Las Palmas de Gran Canaria 1954 última actividad: 1975 P: Gregorio Socorro Soto
S: Salvador Guerrero Gutiérrez
Grupo Vitolfílico de San Sebastián 1957 sin actividad P: Victor Fernández Sola
S: Ramón Matheu Bein
Grupo Vitolfílico de Santa Cruz de Tenerife 1952 sin actividad P: Diego Díaz García
S: Juan Peláez Núñez
Grupo Vitolfílico de Santander 1954 sin actividad P: Pedro Río Oliveros
S: Antonio Díez Rubio
Grupo Vitolfílico de Segovia 1968 sin actividad  P: José Yanguas Borregón
S: Francisco de Frutos Cerezo
Grupo Vitolfílico de Sevilla 1960 sin actividad  P: Esteban Sosa Molina
S: Mariano Serna García
Grupo Vitolfílico de Tarragona 1952 sin actividad  P: José María Balaña Ferré
S: Jaime Doménech Nuet
Grupo Vitolfílico de Tortosa 20 may. 1952 sin actividad  P: Javier Peña Peña
S: Juliana Caminals Ferrando
Grupo Vitolfílico de Valencia 1955 activa P: José Costa Colubí
S: Mario Puga Rodríguez
Grupo Vitolfílico de Valladolid may. 1952 última actividad: 1965 P: Evaristo Herrero Herrero
S: Carlos de la Serna
Grupo Vitolfílico de Zaragoza 16 jun. 1956 última actividad: 1972 P: Manuel Bardavio Mora
S: Roberto Pérez Hernández

 

AÑO
Nº SOCIOS

1995

284

2006

229

2008

206

2009

173

2009

150 (*)

La A.V.E. en graves problemas .-
La Asamblea General de la A.V.E. celebrada el 7 de junio del 2009 en Madrid, puso de manifiesto la delicada y peligrosa situación a la que se había llegado. Se constató la cruda realidad de la Asociación y la ausencia de personas dispuestas a liderar algún proyecto de futuro o intentar una salida. Yo estuve presente en aquella Asamblea y tuve que sufrir aquel tenso silencio que siguió al requerimiento de personas dispuestas a colaborar. Supongo que fuimos muchos los que debimos sentir perplejidad y casi vergüenza ante aquel silencio, que significaba que nadie estaba dispuesto a colaborar lo más mínimo por la continuidad de la Asociación. Era imprescindible hacer algo para sostener la A.V.E., aunque fuera solo por respeto al esfuerzo de tantos compañeros vitólfilos que trabajaron generosamente para construir el edificio que ahora podemos disfrutar. 
Finalmente, Florencio Gimenez Caballero propuso a la Asamblea la constitución de una Junta Gestora que durante un año se hiciera cargo provisionalmente de la A.V.E. dando tiempo a la próxima asamblea para analizar la situación y la evolución alcanzada en ese periodo.
El nuevo presidente propuso como colaboradores a Enrique Nolte, Juan Carlos García Román y Juan Alberto Berni (un servidor), en la esperanza de que más adelante otros asociados se fueran incorporando, bien a la Junta o bien en cualquier otro trabajo de utilidad. Los objetivos prioritarios e inexcusables que se propusieron conseguir durante su mandato fueron: Reflotar la revista, editando todos los números atrasados, ya que en el último año solo se había logrado editar un número, y frenar la caida o incluso aumentar el número de socios, que había disminuido peligrosamente, consecuencia de la escasa o nula actividad de la asociación, agravada por una cuota anual de 50 €, excesiva a todas luces dado los raquíticos beneficios que disfrutaban los pocos socios al corriente de pago.
Según cifras proporcionadas por el presidente saliente, Sr. LLop Funcar, a 7 de junio de 2009 quedan 173 socios activos, de los cuales 13 habían impagado el recibo anual (*) y por tanto se debían excluir (ver tabla adjunta). Dado lo preocupante de la situación, resultaba indispensable hacer una llamada a la responsabilidad de todos los asociados para que siempre según sus posibilidades, colaboren con la Junta Gestora de la A.V.E

Cinco años de presidencia en La Coruña.- Cumplido el año de compromiso de la Junta Gestora (2009-2010), el 5 de junio de 2010 se celebró la preceptiva Asamblea General Ordinaria de la A.V.E. en Alicante. En ella la asociada nº 668, Estela Cortés Cobo, fue presentada como candidata a la presidencia por el Grupo de Madrid A.V.C.M. siendo ratificada por mayoría por los presentes en la asamblea. Con ello se puso fin a este corto pero intenso periodo de transición, en la esperanza de que se frenase definitivamente la fuga de suscriptores de años atrás y se mantuviera la edición de los cuatro números anuales de la revista A.V.E. así como la mejora de sus contenidos. Todo ello siendo conscientes que es esta revista uno de los principales motores de la asociación y vínculo entre asociados.

Así, en la asamblea de junio de 2013, Juan Antonio Yanguas Borregón toma de nuevo el mando de la A.V.E. (ya lo había hecho años antes entre 2000 y 2003). Durante su ejercicio continuaron los mismos problemas de base; los mismos que han hecho languidecer sin tregua la actividad de los grupos, las colaboraciones y los proyectos, tan activos en otros tiempos. Yanguas, en su despedida por motivos de salud (y también de cansancio y desencanto), lo expresaba en la editorial de la Revista AVE nº 357, poniendo de manifiesto la falta de colaboración y participación, las peleas internas, la falta de personas dispuestas a trabajar y colaborar.

Este periodo de tres años nos ha seguido dejando el inevitable rastro de bajas de compañeros por fallecimiento. Personas de gran valía e indudable prestigio vitolfílico, como Manuel López Rodríguez, Fidel García González, Antonio Ángel Sanchez Andrada y Jose Ramón Pascual Marzal, éste último hijo del que en 1984 fuera también presidente, José Pascual Bedelles. Jose Ramón Pascual Marzal, excelente persona querida por todos, presidió la A.V.E. entre el 2003 y 2005; era un gran experto y gran trabajador que colaboraba activamente en la revista con sus artículos y contenidos de gran nivel y exigencia.

.Vitolina con retrato de Florencio Giménez Caballero q.e.p.d.

Finalmente, el 1 de Septiembre de 2013 nos dejó otro compañero y entrañable amigo, Florencio Giménez Caballero, q.e.p.d. Florencio era el último "gran maestro" y figura histórico de la Vitolfília que nos quedaba. Fue un gran trabajador, que dedicó en cuerpo y alma a este coleccionismo. Uno de sus muchos y grandes proyectos que hizo en tanto en solitario como en colaboración con el grupo ESCAVITOL fueron los trabajos de catalogación vitolfílica y también de valoración (lista de precios que actualizaba cada dos años). Esos catálogos y listas de precios son y serán durante mucho tiempo para el conjunto de los vitolfílicos una referencia fundamental, tanto dentro como fuera de España.
Su última obra maestra, de la que se sentía muy orgulloso, un libro titulado LA MONARQUÍA ESPAÑOLA EN LA VITOLFÍLIA, versión actualizada y revisada del Catálogo de la Casa Real Española, que fue distribuido a los asociados gratuitamente con cargo a los presupuestos de la Asociación, en su etapa como presidente de la Junta Gestora de la AVE, y en conmemoración del 60 aniversario de la fundación de la A.V.E. Según contaba, fue un proyecto largamente pensado con cuidado y dedicación, ya que con esa revisión y puesta al día de su primera obra de catalogación allá por el año 1960, cerraba el ciclo de sus trabajos en ese terreno, pero ahora con medios tecnológicos mucho más avanzados y operativos que entonces.
Florencio luchó hasta el final por la continuidad de la Asociación Vitolfílica Española, primero evitando su muy posible desaparición, en 2009, cuando estaba a punto de morir por inanición, poniéndose al frente de una Gestora que, entre otras muchas cosas, tuvo que editar más de un año de revistas AVE atrasadas.  Posteriormente colaboraría activamente aunque ya mermado de salud, siendo una de sus últimas gestiones la de pedir a su amigo José Antonio Yanguas que se pusiera al frente de la Asociación.

Esta etapa de cinco años de presidencia en La Coruña se cerró en 2015 con el regreso de la presidencia de la AVE a Madrid en la persona de Julián Huerta Galván, con él se abre una ventana de esperanza de que cambien las cosas (esperemos que a mejor). Veremos .......

SituaciÓn actual y Futuro de la VitolfÍlia (opinión).  
Como decía en líneas anteriores, la actividad vitolfílica, tanto de la A.V.E. como de sus grupos y asociaciones locales, languidece lentamente con una tónica similar a la del propio coleccionismo. La edad media de los asociados es cada vez mayor y las bajas no son reemplazadas por nuevos afiliados. Estas bajas son, en muchos casos por causas naturales (problemas de salud o fallecimientos), pero en los últimos tiempos también por apatía y falta de energía en la actividad de la asociación.
Durante décadas, un gran número de personas honestas y trabajadoras han luchado generosamente en el seno de la Asociación Vitolfílica Española por situar a la VITOLFÍLIA en el lugar de privilegio que se merece. Nos han brindado su dedicación, tenacidad, ilusión y trabajo por esta bella afición. Nos han legado valores humanos y un importante bagaje vitolfílico en forma de bases de conocimiento y documentación, para que podamos seguir creciendo y poner más ladrillos sobre ese magnífico edificio heredado. Por todo ello, sería una autentica falta de respeto a su trabajo y a su memoria echar por la borda tanto tiempo y tanto esfuerzo atesorado en común. 
La coyuntura actual no augura demasiadas alegrías: la crisis económica que lo cubre todo de color gris, la crisis del tabaco con las crecientes y enérgicas campañas de salud pública contra su consumo, las cada vez menores emisiones de anillas y la baja calidad de sus materiales, atribuible a los bajos costes y a la creciente mecanización, son circunstancias que no ayudan a un hipotético despegue a corto y medio plazo del coleccionismo vitolfílico. No obstante, soy optimista sobre nuestro apasionante coleccionismo. Tengo presentimientos de cambio, pues seguramente estemos en la senda de un regreso a lo antiguo en casi todo: Moda, Música, Arte, los Coleccionismos... Constatamos todos los días un agotamiento de las ideas y es que tanto progreso nos ha proporcionado placer físico pero no ha sido capaz de hacernos felices. El consumismo, base de nuestra economía, nos causa una continua infelicidad. Cada vez con mas fuerza se demuestra que hay que mirar hacia atrás, a nuestras raíces como seres humanos, para retomar antiguos valores y formas de conducta. Hay que rescatar los valores del coleccionismo sano para liberarlo de esta situación de tristeza y puro mercantilismo.

Opino que la VITOLFÍLIA, con su carácter aventurero, inesperado, enigmático, romántico, libre, personal y variado, tiene un indiscutible futuro, a poco que se cuide y promocione convenientemente. En la era de las comunicaciones y de las nuevas tecnologías, la supervivencia y el éxito en cualquier actividad pasa ineludiblemente por aprovechar las ventajas competitivas que nos ofrecen estos nuevos medios. En este entorno resulta imprescindible venderse bien y aprovechar estas nuevas técnicas para conseguir ser mas eficaces y hacer de la vitolfília un coleccionismo vivo

 

FUENTES DE INFORMACION

(*1) - Los datos sobre la A.V.E. expuestos en este capítulo están tomados en su inmensa mayoría está tomada del coleccionable de la Revista AVE sobre los 40 años de Vitolfília en España, escrito por D. Manuel López Rodríguez.

 

 
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