A la memoria de mi padre: José Berni Gómez q.e.p.d. El inició esta colección |
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS Juan Alberto Berni González A.V.E. 1415 |
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GRANDES TABAQUEROS - GUSTAVO BOCK MULLER Y SU MARCA EL ÁGUILA DE ORO |
Entre los años 1864 y 1865 (no es segura la fecha) funda su marca principal, EL ÁGUILA DE ORO, en sociedad con Antonio Bacallao, ubicada en la calle Manrique nº 226 de La Habana (Cuba).
En 1873, a la muerte de su suegro Napoleón B. Keene, su viuda Anna Eliza Martin, Ana Keene, vendió sus bienes y autorizó a su yerno, Gustavo Bock, para que invirtiera el dinero obtenido en ampliar sus fábricas de tabaco en Cuba.
En 1883 puso la empresa a nombre de su suegra, Ana Keene, que estuvo recibiendo dividendos de las empresas de Bock hasta 1900, momento en que vendió las acciones de la empresa, que aún tenía, a la todopoderosa American Tobacco Co.
En 1885 la sociedad pasó a denominarse Bock, Celorio y Cía. El tabaquero y político Benito Celorio y Heno y Gustavo Bock fueron miembros fundadores de la Unión de Fabricantes de Tabaco de La Habana el 25 de octubre de 1884, y un año después debió entrar en la sociedad de Bock como accionista. En 1889 la empresa se vuelve a denominar Gustavo Bock.
La fábrica El Águila de Oro llegó a alcanzar un gran prestigio a partir de 1870, aunque el definitivo despegue se produciría en 1889, a raíz de su fusión con Henry Clay para constituir la empresa Henry Clay and Bock & Co. Ltd. El continuo crecimiento de la fábrica y la posterior absorción de otras marcas, obligó a continuos traslados: en 1903 a la Calle Concepción Valla nº 5, 7, 9 y 11, en 1909 a la calle Belascoain nº 2-C, y en 1918 a la calle Zulueta nº 10. (*4)
A Gustavo Bock se le atribuyen bastantes cosas, como por ejemplo, que fue el primer industrial que empaquetó puros de calidad, para la exportación, en mazos y cajas de 25 unidades en lugar de 50 o 100, como se venía haciendo hasta entonces, vendiéndolos en su país de origen (Alemania) por debajo de su valor y posteriormente a Inglaterra, incluso se ha llegado a decir que fue el primer fabricante que usó las vitolas en sus labores (*10). Ambas estas teorías carecen de rigor documental, al menos yo no lo he visto escrito de la pluma de ningún experto en vitolfília, es mas, respecto al primer punto, parece demostrado que los envases de lujo para la exportación fueron usados por primera vez entre 1845 y 1850 por el fabricante Ramón Allones (La Eminencia) y la familia Susini (La Honradez). (*4)
Finalmente relataré una historia que llegó a circular sobre él en los medios de comunicación escritos de la época, y que demostraría sus grandes dotes como hombre de negocios. Bock tenía que hacer algo para conseguir que sus excelentes habanos penetraran en el competitivo mercado estadounidense, pero su marca no era conocida allí, y por tanto no lograba vender sus labores por más que bajara su precio. Entonces ideó un ingenioso e intrépido plan que consistió en enviar pequeños lotes de cigarros puros dirigidos a distintos lugares "indescifrables" de los EE.UU. a nombre de "George Washington".
Lógicamente los paquetes nunca llegaron a sus falsos destinos, siendo devueltos a la aduana correspondiente a la espera de ser reclamados por el remitente, y finalmente vendidos en subasta pública. De esta curiosa manera, los habanos de Bock lograron entrar en el mercado estadounidense y llegar felizmente al fumador. Como los cigarros venían perfectamente distinguidos con vitolas de su marca, fueron apreciados y reconocidos por su gran calidad, ganándose un público fiel. (*11)
Rara anilla no catalogada con el retrato del rey Eduardo VII de Inglaterra, seguramente de la primera década del siglo XX. (*14) |
Inevitablemente, el prestigio de la industria tabaquera cubana atrajo la atención de los financieros internacionales. Así, en 1888, un consorcio inglés con sede en Londres compra o absorbe la marca-fábrica ÁGUILA DE ORO, de Gustavo Bock. El interés del sindicato era meramente financiero, pero como su conocimiento del negocio tabaquero era muy escaso, deciden poner a Bock a la cabeza de la compañía como director de gestión, dado su profundo conocimiento del mercado. Aportaron liquidez económica suficiente para la captación de nuevas fábricas de tabaco y Bock dirige su punto de mira estratégico a la prestigiosa fábrica Henry Clay, propiedad en aquellos momentos de los sucesores de Julián Álvarez, que habían formado la sociedad Vda. de Julián Álvarez. Parece ser que a pesar de que el proceso comenzó poco tiempo después de la designación de de Bock como director, se necesitó más de un año para llegar a un acuerdo, que no se consiguió materializar hasta 1890, creándose entonces la poderosa asociación industrial Henry Clay and Bock & Co. Ltd. Al formarse esta sociedad, la fábrica alternaba la producción de tabacos con ambas marcas: Águila de Oro y Henry Clay.
Durante la insurrección independentista en Cuba, que comenzó en 1895 y concluyó con la rápida Guerra Española-Estadounidense en 1898, Bock se inclinó por las posturas e intereses de gobierno español. El continuo hostigamiento de las haciendas tabaqueras por parte de los insurgentes hacía descender significativamente la producción de tabaco en la provincia de Pinar del Río, hasta que Bock decidió trasladarse con sus 1.500 de sus obreros a la Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud) para evitar las agresiones, pero el suelo no resultó tan rico y productivo como Pinar del Río, como era previsible. (*3)
Cuando se declara la guerra entre Estados Unidos y España en 1898, Bock estaba en Europa; trató de regresar a La Habana para cuidar de sus intereses, pero los accesos estaban cortados. Al ser detenido en Key West (Cayo Hueso), se identificó como ciudadano alemán, gestionó y obtuvo un permiso para atravesar la flota de bloqueo en el Vapor Poliaria, pero los cubanos le prohibieron el paso afirmando que no era alemán, sino español. Además afirmaron que Bock tenía el rango de coronel de voluntarios del ejército español y pidieron que se le arrestara por espía.
Finalmente tuvo que quedarse en Key West, pero ideó una forma de llegar a La Habana a través de México, mediante la influencia de los Estados Unidos. Una vez en Cuba, se encontró que, durante su ausencia, sus negocios habían sido expoliados. El General Blanco había tomado 1.000 bueyes de las plantaciones de Bock para las tropas españolas en guerra, cosa que podría haber evitado con su mera presencia en la isla.
En 1898, una vez finalizada la Guerra de Independencia Cubana, los norteamericanos tomaron el control político de la situación. Ya tenían el campo libre para controlar una de las principales fuentes de riqueza de la isla, el tabaco, y pasan a la acción; despliegan un complejo entramado de compañías inglesas y norteamericanas, con estrategias e intereses de gran calado político y económico, que progresivamente van apoderándose de la gestión y del control efectivo de las principales fábricas tabaqueras del recién constituido estado cubano.
Aparece una nueva compañía con capital británico, la Havana Cigar & Tobacco Factories Ltd., que absorbe al grupo de empresas, también inglés, Henry Clay and Bock & Co. Ltd. con Gustavo Bock a la cabeza. Bock y el sindicato británico al que representaba se aprovecha de esta situación favorable para sus intereses, absorbiendo las fábricas Hija de Cabañas y Carvajal, La Corona y La Legitimidad.
En 1899, entra en liza otro nuevo consorcio financiero con sede en Londres, la Havana Commercial Company, perteneciente al grupo de H.B. Collins & Co. que compra diversas fábricas de tabaco y plantaciones, entre ellas las fábricas del famoso tabaquero gallego Pedro Murías, con su marca La Meridiana a la cabeza.
Pero el verdadero desembarco comenzaría en 1901, cuando irrumpe en Cuba el todopoderoso trust (*5) de Washington Duke, con su empresa insignia la American Tobacco Company (A.T.C.), resultado de la fusión, en 1890, de las cinco mayores empresas norteamericanas de cigarrillos aunque con escasa penetración en el negocio de los cigarros puros.
Hasta entonces, el grupo inglés gestionado por Bock había tenido las manos libres para dirigir la política tabaquera de sus empresas, pero Ducke, que ya había controlado o monopolizado en su país la práctica totalidad del mercado tabaquero, tenía para Cuba unos planes mucho más duros e intervencionistas que los británicos, y se propone hacerse con el control mayoritario del prestigioso cigarro cubano o habano.
Para ello, decide crear una nueva compañía, la American Cigar Co. (más tarde la Havana Tobacco Company), subsidiaria de la A. T. C. de Duke, que se embarca en una auténtica orgía de compras de tierras y fábricas: veintitrés empresas tabaqueras e incontables marcas de cigarros cubanos. Así, en enero de 1902 se materializa la compra de la Havana Commercial Company y del sindicato británico Havana Cigar
& Tobacco Factories Ltd., que seguía bajo la sabia dirección de Gustavo Bock. En su propaganda oficial afirmaban que la producción combinada de estas fábricas representaban alrededor del 80% de todas las exportaciones de puros cubanos en ese momento. (*8), (*9)
Inmediatamente, Gustavo Bock fue nombrado representante general de todos los intereses del trust en Cuba, con instrucciones muy claras sobre la táctica a llevar a cabo en el corto plazo.
Una de las consignas que recibió Bock fue conseguir la rápida racionalización (mejora, abaratamiento, etc...) de la producción, por lo que se vio obligado, en un corto espacio de tiempo, a cerrar dieciséis fábricas de cigarros y reordenar bruscamente la producción de las siete restantes, entre ellas estaba la nueva fábrica de La Corona, ubicada en el nº 10 de la calle Zulueta. Como consecuencia de esa profunda reestructuración, gran parte de la producción de las fábricas se trasladó a este enorme edificio, el primero de La Habana que se construyó con vigas de hierro, y que los cubanos llamaban popularmente El Panteón, dado que consideraban que allí estaban "sepultadas" un buen número de fábricas de tabaco cubanas.
Pronto, tantos tejemanejes se hacen tan profundamente impopulares entre los tabaqueros cubanos, que desembocan en las huelgas de 1902, muy centradas en las fábricas controladas por el trust. Hay que entender que los empresarios tabaqueros constituían una élite muy influyente entre los trabajadores cubanos; además muchos de ellos habían luchado activamente por la independencia de la isla.
Pero queda aún otro aspecto que contribuyó a enrarecer, aún más si cabe, las relaciones entre los propietarios o gerentes de las fábricas tabaqueras y los dirigentes del trust americano: la citada racionalización de la producción, conllevaba la homogeneización del proceso tradicional de preparación y mezcla del tabaco, orgullo de la industria tabaquera cubana, que siempre se había realizado individual e independientemente dentro de cada fábrica. Muchos industriales del tabaco tenían el convencimiento de que el abandono de estas técnicas tradicionales haría caer en picado la calidad de sus productos y arruinaría la reputación y prestigio internacional de la totalidad de la industria tabaquera cubana, ganado durante muchos años con gran esfuerzo.
Gustavo Bock se convirtió en una figura "mal considerada" en La Habana. Su prestigio, que llegó a ser muy alto, decayó rápidamente.
En New York, el trust estaba preocupado por el giro que estaban tomando los acontecimientos, por lo que, en 1904, invitaron a Bock a escribir un libro, en dos idiomas, ingles y español, titulado The Truth about the Havana Cigar, que viene a traducirse como La Verdad sobre el Cigarro Puro Habano, que fue editado por La Havana Tobacco Company, el 19 de Julio de 1904.
En el citado libro (*1), que tenía mucho de propaganda interesada, se afirmaba
que la empresa Havana
Tobacco Company, con sus veintitrés grandes marcas, acaparaba una cuota del 80% de mercado del cigarro puro para la exportación. Más adelante, en la página 29 del libro, enumeraba dichas marcas: Africana, Antigüedad, Bock y Cia., Cabañas, Carvajal, Carolina, Comercial, Corona, Don
Quixote, Española, Estella, Flor de cuba, Flor de Murias, Flor de Ynclan, Henry Clay,
Intimidad, J. S. Murias, Manuel García Alonso, Pedro Murias, Rosa de Santiago, Vencedora y
Villar y Villar. En este punto, debo matizar que yo solo cuento veintidós marcas. La confusión puede obedecer a que considera a "Cabañas" y "Carvajal" como dos marcas distintas, cuando debería ser H. de Cabañas y Carvajal.
José González Aguirre |
Un año más tarde, en agosto de 1905, aparecía en la prensa local otra versión de la verdad o the truth, escrita esta vez por el periodista y fabricante de cigarros asturiano José González Aguirre (*7) en un artículo titulado: La Verdad sobre la Industria del Tabaco Habano The Truth about the Havana Cigar Manufacturing. Aguirre señalaba, entre otras cosas, que del análisis de los archivos o registros oficiales de exportación del país se podía calcular una cuota de mercado para los trust británico-estadounidenses de aproximadamente el 53%, en lugar del 80% que fijaba el libro de Bock, de lo cual se deduciría una cuota de producción del 47% para los independientes. También detallaba una lista de 44 marcas independientes en total.
Aguirre publicó numerosos y excelentes artículos en defensa de los intereses obreros del ramo, exponiendo "su verdad" sobre lo que estaba ocurriendo en esa lucha despiadada entre las fábricas del trust y el resto de los fabricantes de tabaco cubanos. En sus artículos publicados en la revista "El Tabaco", fundada y dirigida por él mismo, hablaba irónicamente de los talentos de Gustavo Bock del siguiente modo:
« Es un vendedor activo y competente, que tiene la ventaja de conocer los mercados europeos y americanos, pero aquí, en esta capital, nadie considera que el Sr. Bock sea un buen administrador de fábricas de tabaco, y en relación con la agricultura y la industria es más que mediocre.»
Si hubo un ganador de este debate dialéctico y propagandístico fueron los "tabaqueros independientes". El paso del tiempo demostró que las exportaciones de las marcas del trust, con sus emblemáticas marcas Henry Clay, Águila de Oro, H. de Cabañas y Carvajal, La Corona, Villar y Villar, Flor de Cuba, etc... a la cabeza descendió un 38% aproximadamente, mientras que las marcas de propiedad ajena al trust, como H.Upmann, Montecristo, Romeo y Julieta, Partagás, Punch, Hoyo de Monterrey, Larrañaga, etc... ascendían continuamente.
Fueron tiempos de profundo cambio, de una economía cubana, controlada y centralizada, a otra caracterizada por la fuerte presión de los monopolios o trust ingleses y norteamericanos cuyo objetivo no era otro que controlar el pujante mercado del tabaco cubano.
Compraban las más prestigiosas marcas a golpe de dólares, respetaban los nombres para conservar su prestigio, pero la gestión y el control real de las fábricas, y por supuesto los beneficios, iba a parar a dichos trust, contra los que poco se podía hacer.
Los independientes, lucharon afanosamente contra las presiones de estos grupos para conservar su independencia, sus técnicas de producción y sus formas tradicionales de gestión, que tanta reputación supuso para la industria tabaquera cubana.
Para ampliar información, ver Tabaco, Economía y Sociedad: Desembarco norteamericano en la Industria Tabaquera Cubana.
Gustavo Bock intentó, sin éxito, la compra de otras marcas cubanas de prestigio, como Romeo y Julieta, propiedad de uno de los "independientes" más emblemáticos, que podemos calificar como último superviviente de la edad de oro de la industria tabaquera cubana, José Rodríguez Fernández, conocido por Don Pepín. En una charla con Gustavo Bock (Don Gustavo) intentando comprarle su fábrica, Don Pepín le contestó con la famosa cita: « Para mí, la fábrica Romeo y Julieta es como una hija, y como usted bien acaba de decir, ni por todos los millones de dólares del mundo vendería a la que considero mi hija.»
Gustavo Bock, ya retirado de los negocios, falleció de neumonía el 15 de febrero de 1910 a los 74 años de edad.
en resumen. Bock fue un empresario de éxito y un gran conocedor del mundo del tabaco desde su experiencia personal y valía profesional.
Triunfó primero con su propia marca El Águila de Oro, y posteriormente tuvo la habilidad de adaptarse a los profundos cambios económicos que supuso, una vez finalizada la guerra de independencia cubana, la irrupción de los poderosos grupos financieros, británicos primero y norteamericanos después, cuyo objetivo no era otro que controlar la jugosa tarta que suponía la potente industria tabaquera cubana de aquellos años.
Al estar bajo la dirección estratégica de estos trusts, tuvo que obedecer sus políticas de concentración de fábricas y de racionalización de la producción, y por ello fue denostado por los tabaqueros "independientes" (aquellos que lograron mantenerse al margen de sus presiones) y también por el pueblo cubano.
Las vitolas que anillaron sus habanos y que han logrado llegar a nuestras colecciones se nos revelan de una calidad y belleza incomparables, de lo mejor en Vitolfília, destacando sus famosas "águilas" de la marca EL ÁGUILA DE ORO, de Bock y Ca. (en inglés Golden Eagle).
Existe otra marca, H. Anton Bock & Co., seguramente conocida por la mayoría de los coleccionistas, que podría llevar a confusión por su parecido. Se trata de una marca de procedencia norteamericana, ubicada en New York, que en principio no parece tener relación con Gustavo Bock (este apellido es bastante frecuente en Alemania). Posee un variado vitolario, del que destaca sus leones rampantes de la marca Don Antonio. En la mayoría de ellas figura la empresa fabricante H. Anton Bock & Co., sin embargo en otras solo figura Bock & Co, lo que podría llevar a confusión a más de un coleccionista. En mis búsquedas de información por internet, he podido comprobar en más de una ocasión cómo confunden a Gustav Bock con Anton Bock. La marca Don Antonio data de 1900, mientras que H. Anton Bock & Co. data de 1923. (*13)
Fue merecedor de las siguientes condecoraciones: Comandante de la Real Orden de la Corona Prusiana de manos del emperador Guillermo II, y Comandante de la Real Orden de Isabel la Católica (*1).
La fábricas de Bock pasaron a Tabacalera Cubana, S.A., en 1932 y posteriormente a la Empresa del Estado cubano Cubatabaco, en 1961, en cumplimiento de la Ley 914 de 1960. Hoy en día se fabrican en la República Dominicana, por el grupo tabaquero Villiger, de origen suizo. (*10)
PREMIOS OBTENIDOS (*4):
Gran Premio de la Exposición Internacional de París (1900) y las Medallas de Oro en las Exposiciones Internacionales de Viena (1873), Chile (1875), Filadelfia (1876) y París (1889).
RelaciÓn de Marcas de fÁbrica y anexas (*4):
Flor del Fumar, La Moscovita,
Bock y Cía, La Preclilecta, Águila de Oro, The Raleight,
Fausto, Spirit of the Times,
Príncipe W.A. Dolgoroukoff, Treya,
Flora Alpiciana, La Lechuza.
Nota.- La marca principal Águila de Oro la podremos ver con o sin el artículo "El" , es decir como "El Águila de Oro" y "Águila de Oro"
FUENTES DE INFORMACIÓN (*)
(*1) Libro titulado The Truth of Havana Cigars - La verdad sobre el cigarro habano. Autor: Gustavo Bock, editado el 19 de julio de 1904 por la Havana Tobacco Company, empresa para la que Bock trabajaba como presidente. http://archive.org/stream/truthabouthavana00bock#page/n1/mode/2up
(*2) Revista A.V.E. Nº 317, Página 17. Estudio sobre la marca La Española.
(*3) Anuncio publicado en el New York Times el de 16 de febrero de 1910 al día siguiente del fallecimiento de Gustavo Bock http://query.nytimes.com/mem/archive-free/pdf?res=F40612FF3F5417738DDDAF0994DA405B808DF1D3
(*4) Libro "Cien anillas de calidad en la litografía tabaquera". Autores: Florencio Giménez Caballero y Manuel López Rodríguez.
(*5) La Real Academia define "trust"
como: Grupo de empresas unidas para monopolizar el mercado y controlar los
precios en su propio beneficio
(*6) Grupos google en internet. https://groups.google.com/forum/#!search/Luis$20Muller$20luis$20muller/alt.smokers.cigars/sf8LbcCeW8s/Aqj4zLQPSboJ
(*7) José González Aguirre, periodista y
tabaquero español (Candamo) http://www.vivirasturias.com/asturias/candamo/gonzalez-aguirre-jose/es
(*8) Perelman’s
Pocket Cyclopedia of Havana Cigars: 3rd edition - Havana brand history: The great companies. http://www.cigarcyclopedia.com/images/stories/cyclopediahavana/05_havana_ch402_82907.pdf
(*9) The Tobacco Products Corporation
- Philip Morris's Predecessor (La corporación de productos tabaqueros. Los antecesores de Philip Morris) http://www.smokershistory.com/TobProds.html
(*10) Grupo industrial suizo VILLIGER, que fabrica la marca Bock y Ca. en la República Dominicana https://villiger-shop.ch/standard/index.php?w=cig&cid=1&scid=6
(*11) Artículo sobre Gustavo Bock - Breaking into a market (rompe el mercado), aparecido en el periódico The New York Times
de fecha 18 de febrero de 1910.
(*12) Información facilitada por Margherita Giarré, biznieta del segundo matrimonio de Gustavo Bock con Lydia Keene.
(*13) Web de Tony Hyman: The cigar Industry of US 1762-1962 (La industria tabaquera en los EEUU 1762-1962) http://cigarhistory.info/Cigar_History/Who_made_what.html
(*14) Colección del autor.
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