A la memoria de mi padre: José Berni Gómez q.e.p.d. El inició esta colección |
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS Juan Alberto Berni González A.V.E. 1415 |
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GRANDES TABAQUEROS. MANUEL P. GARCÍA Y SU MARCA LA RICA HOJA |
Manuel P. García llegó a Cuba probablemente en la década de 1860 procedente de Asturias, en busca de fortuna como tantos y tantos emigrantes. Allí aprendió todo lo relacionado al cultivo del tabaco y su elaboración.
Como otros muchos residentes de la isla, decide reemigrar a México, formando parte de la primera oleada de inmigración cubana a dicho país originada por las revueltas independentistas que precedieron a La Guerra de los Diez Años (1868-1878).
Una vez en México, se establece en San Andrés Tuxtla, estado de Veracruz, cuyo tabaco llevaba prestigiándose desde el siglo XVIII y teniendo como estandarte la ciudad tabaquera de Orizaba.
En las décadas de 1870 y 1880, los hermanos Manuel P. García y Rafael García, conocidos por el sobrenombre o apodo de "los cubanos", eran ya famosos como fabricantes de cigarros puros en esta zona de San Andrés Tuxtla, conocida por Los Tuxtlas. De hecho, Rafael García aparece en los años 1900 y 1901 como habilitado (*11) en los contratos del famoso habilitador de cosechas de origen alemán Ricardo Erasmi, que procedente de Lübeck, llegó a San Andrés representando a la recien formada Compañía de Tabacos de San Andrés S.A. Erasmi aumentó los salarios y modernizó y mejoró los contratos que, como importante innovación, no incorporaban hipoteca o garantía alguna. (*4)
Siempre según el historiador mexicano José González Sierra (*4), los hermanos Manuel y Rafael García se dedicaron en sus comienzos a exportar rama a Holanda,
Alemania y Bélgica, atribuyéndoles el haber bautizado como "morrón" a la
hoja de 3ª clase.
Allá por el año 1875 los hermanos García fundaron la fábrica El Destino, para la fabricación manual de cigarros puros de calidad. Una buena prueba de la verosimilitud de dicha fecha de fundación es la aparición en 1879 de un anuncio en el periódico La voz de España, editado para la colonia española en México, donde promocionaba la calidad de su tabaco procedente de las vegas de San Andrés Tuxtla, Ameyalpam, Caleria y Comoapan (*14).
El Destino fue la primera fábrica verdaderamente moderna para la época en México y la primera en instituir por primera vez allí la práctica de la lectura en su fábrica. En poco tiempo triplicó su producción y se vio en la necesidad de construir un edificio de dos plantas con capacidad de más de 200 operarios en la ciudad de Veracruz.
En 1891, ya bajo el control de Francisco Rendón y su empresa Rendón y
Cia, se trasladaron a dicha nueva fábrica.
El nuevo local era suficientemente amplio pero según parece adoleció de condiciones apropiadas en cuanto a ventilación e iluminación y sufriría al poco tiempo de su inauguración una serie de conflictos laborales y huelgas muy bien documentadas por cierto, para desaparecer en los primeros años del siglo XX. (*4)
Ante esta última afirmación, debo matizar que el análisis de las vitolas de la marca conduce a retrasar la fecha de su desaparición al final de la década de 1910 ya que la anilla de Francisco Ignacio Madero que se incorpora en esta página (abajo, derecha) ofrece un retrato de Madero con una fisonomía muy parecida a fotografías muy cercanas a su fallecimiento, ocurrido en febrero de 1913.
Con el tiempo la empresa se divide en dos ramas: por la primera de ellas continua la fábrica de El Destino y por la segunda rama, dos marcas que seguirían una trayectoria paralela: La Rica Hoja y El Brillante Negro.
Respecto a la marca El Brillante Negro, muy poco se sabe, solo que el propietario que figura en alguna de sus vitolas es C.E. García y que todo apunta a la existencia de una estrecha relación, muy posiblemente de tipo familiar, con Manuel P. García, pero realmente nada se puede afirmar con rotundidad sobre esta marca, pues a día de hoy su historia continúa siendo un mar de dudas. Lo que sí parece comprobado es que Manuel P. García representaba la cabeza visible de ambas marcas y buena prueba de ello es el cartel publicitario que aparece en el Anuario Comercial de Marcas y Fabricantes de la zona (ver foto adjunta) + información.
También, como mera hipótesis, podría ser que el industrial tabaquero Bernabé García, propietario de la famosa marca mexicana La Rosa de Oro, estuviese en la misma situación que C.E. García, es decir, que fuesen familiares más o menos cercanos, pero ciertamente no se tienen datos mínimamente sólidos que puedan corroborar esta hipótesis. + información.
En 1888, Manuel García inscribe oficialmente su más famosa marca de tabacos La Rica Hoja en el registro de fabricantes y marcas de la ciudad de Veracruz con el nº 144. Esta fecha, oculta durante mucho tiempo, se ha conocido gracias a la aparición de una anilla de dicha marca que conmemoraba los 50 años de su fundación y en la que constaba literalmente la siguiente leyenda: (*1) « BODAS DE ORO – 1888–1938 – LA RICA HOJA (óvalo central)
R. Alba – Cascada, 43 (ala derecha)
México D.F. – Reg. 221. ».
Analizando las muchas anillas del vitolario de este primer período de la marca, se puede deducir que los tabacos de La Rica Hoja debieron manufacturarse en dos fábricas: una en San Andrés Tuxtla y otra Veracruz, pues ambas aparecen en anillas con la razón
social M. P. García.
En 1898, la razón social de la marca, que hasta ese momento había sido M. P. García, como consta en el Anuario Comercial de 1897, cambia a M. P. García e Hijos, con la participación en el negocio de los descendientes del Sr. Manuel P. García. El periodo comprendido entre 1898 y 1907 corresponde a la época de mayor prestigio de la empresa que compite con fuerza en el mercado europeo y americano, avalado por la calidad de su tabaco y sin escatimar en el adorno de sus productos, para ello buscaron las mejores litografías existentes en el mercado encargando pedidos de para anillar sus tabacos a las mas prestigiosas compañías litografías del momento, como eran las alemanas Gebrüder Klingenberg Gmbh (G.K.) y Herrnann Schott (HS), o a la americana Steffens & Jones, representante para América de la empresa litografía alemana Wilhelm Wefers.
Registra una nueva marca, La Violeta, también con el nº de registro 144 y sede social en Orizaba (Veracruz). La fábrica tuvo varias ubicaciones: en el Callejón Rocha nº 1 (Norte 10 entre Oriente 4 y 6) y también en un galerón de madera arrendado al antiguo Teatro Gorostiza de Orizaba (ya en estado ruinoso (*9). Durante este período siguen funcionando conjuntamente las dos fábricas de
San Andrés Tuxtla y Veracruz y se
abre otra nueva en Orizaba para absorber el incremento de la demanda y donde se elaborarán cigarros puros tanto de La Rica Hoja como de la nueva marca La Violeta.
La fecha de su fundación no se conoce con exactitud, pero sería en la última década del siglo XIX aunque aparece por primera vez de forma oficial en la relación de fábricas que el Departamento de Trabajo Mexicano levantó en 1913.
En este periodo de 1898-1907, la empresa decide imprimir sus anillas con una numeración correlativa. Esta característica siempre ha sido motivo de debate y controversia entre los expertos vitólfilos pues, si bien en un principio se pensó que dicho número correlativo tendría su correspondencia con una cierta cronología, posteriormente un estudio detallado y minucioso de dicho vitolario numerado descartó por completo esta opinión (*5). No obstante, este periodo continua deparandonos algunas dudas, incógnitas y detalles sin justificación clara, como por ejemplo:
Según avanza el tiempo y nos acercamos a 1907, fecha del final de este periodo de esplendor de la marca, nos enfrentamos a la pertinaz escasez de datos, que es la tónica general de la investigación histórica de la Industria Tabaquera Mexicana, por lo que los últimos años de este periodo están llenos de lagunas e incógnitas de difícil resolución.
Sobre el año 1907 Manuel P. García, fundador de la marca, ya había desaparecido de la actividad de la compañía, se manejan varias hipótesis todas ellas sin datos suficientes: por haber fallecido, porque hubiera abandonado el negocio o por que regresara a España (no se puede asegurar).
Por otra parte comienzan las primeras desavenencias entre socios, que trasladan a Orizaba el domicilio social de la marca y modifican su
razón social en el Registro de Marcas Industriales el 27 de Junio de 1907 a M. P. García e Hijos Sucs. con el número 7319, que se sabe gracias a la existencia de anillas con el texto: M. IND. REG. NUM. 7319 JU 27-07. Seguramente por entonces la familia García ya habría perdido el control de la empresa, pues es un hecho feaciente que uno de los socios principales, Gustavo Mayer pasa a dirigir
ese mismo año de 1907 las marcas La Violeta y La Sin Rival.
El 1 de Marzo de 1910 vuelve a inscribirse
La Rica Hoja en el Registro de Marcas Industriales con el número 10.000. Se puede esto afirmar por la existencia de vitolas de esta época con la reseña: LA RICA HOJA. M. P. García e Hijos Sucs., M. IND.
REGTRADA NUM. 10.000. - 1º de MARZO de 1910, Orizaba.
Las desavenencias familiares son cada vez son mas fuertes y como consecuencia de ellas se queda al frente de todos los negocios uno de los hijos del fundador, Jorge García Méndez. Se supone que el resto de hermanos y otros posibles socios habrían vendido su participación en la empresa, que sigue manteniendo su sede en Orizaba.
Los socios en lugar de inscribir la marca a sus nombres habían optado por preservar la razón social anterior y mantener la personalidad jurídica de la prestigiosa razón social de Sucesores de M.P. García, sin embargo Gustavo Mayer era ya el socio más influyente de la Sociedad y consecuentemente la razón social M. P. García e Hijos Sucs. comienza a sustituirse por la de Gustavo Mayer y Cia. aunque manteniendo el número de Registro 144.
Sobre 1910-1911 la razón social M. P. García ya se había abandonado definitivamente. La producción de La Rica Hoja se reduce para incrementar la actividad de La Violeta. Se incorpora a la sociedad un nuevo miembro, el fabricante, Ricardo Alba, propietario de la marca La Heroica, registrada
con el nº 221. Gustavo Mayer cede el paso a Ricardo Alba manteniéndose Jorge García
Méndez y Gustavo Mayer como socios. Alba lanza al mercado sus productos con la marca La Rica Hoja y el número de Registro 221, el mismo que su marca La Heroica, aunque dura poco tiempo pues en seguida las separa y le asigna primero el 331, posteriormente el 221 y finalmente el 195.
La fábrica de La Violeta llegó tener una producción diaria de 25.000 puros de diversas clases, elaborados por más de 300 obreros de los cuales aproximadamente 100 eran mujeres, sin embargo la decadencia de la marca era ya un hecho irreversible.
Los últimos años de la década de 1910 son poco propicios y Gustavo Mayer se va haciendo con los mandos de la empresa. La Rica Hoja ha dejado de ser la marca principal de la fábrica, sin embargo su empresa Gustavo Mayer y Cía. mantiene en sus manufacturas de cigarros puros el Registro nº 144.
A partir de 1915, la factoría de La Violeta de Orizaba, tuvo un importante protagonismo por su continua conflictividad laboral. Para entonces la fábrica había abandonado todo intento de mecanización de sus manufacturas pureras y se había concentrado en la elaboración manual de tabacos de calidad. Para hacernos una idea, en 1918, el número total de trabajadores era de 120, siendo mas de la mitad torcedores de tabaco.
Entre los años 1915 y 1921 se suceden los conflictos sociales en forma de huelgas, documentadas con todo detalle por el historiador José González Sierra (*8). Especialmente virulentos fueron los conflictos de 1917, en el transcurso de los cuales Mayer pide al gobierno el cierre de la fábrica por falta de infraestructuras y circulante, debido a la revolución.
Entre 1818 y 1819 otra serie de huelgas paralizan la producción, esta vez por desavenencias entre patronal y sindicatos.
En 1919 se produce una huelga general en toda la región de Orizaba en solidaridad don la Confederación Sindical de Obreros y Campesinos paralizando la fabricación por mas de un mes.
Entre 1921 y 1922 Mayer cambia de estrategia y comienza a derivar la fabricación de cigarros a la factoría de San Andrés Tuxtla para conseguir una reducción del costo laboral, dejando solo en Orizaba la administración y el empaquetado de los puros. Así continuó la situación durante los siguientes años, derivando la producción tabaquera de una factoría a otra según fueran los costos de mano de obra y las relaciones laborales en cada momento.
Consta que La Violeta tuvo otras fábricas contratadas para la elaboración de sus famosos cigarros, como es el caso de Antonio Perales, con fábrica fundada en 1904, ubicada al sur de la ciudad de Linares (estado de Nuevo León). (*21)
Así siguió la situación hasta que entre 1926 y 1927 la fábrica de La Violeta intenta introducir maquinaria en su proceso productivo y los obreros de Orizaba se movilizan en contra de dicha medida. Los últimos años de la década se caracterizan por las dificultades cada vez mayores de Gustavo Mayer, tanto en su fábrica de Orizaba como en la de San Andrés. El 4 de marzo de 1932 Gustavo Mayer cierra la fábrica definitivamente, después de haber mantenido numerosos y largos pleitos con los obreros, donde su habilidad para evitar indemnizar a los operarios de la fábrica llegó a ser realmente notable. Fue así de triste el final de una empresa tabaquera familiar de tamaño medio pero de gran prestigio,
devorada por el desarrollo mismo del sistema que le dio origen. (*10)
Sin poder precisar la fecha exacta, quizás en los últimos estertores de la cruenta revolución mexicana iniciada en 1910 y que con distinta intensidad llega hasta 1928, la fábrica
de La Violeta en Orizaba es saqueada e incendiada por los revolucionarios, de la que sólo se salvaron algunos miles de preciosas anillas. Fue también el triste final de su director, Jorge García Méndez, hijo de su fundador (Manuel P. García) y único familiar que aún continuaba en México. Su esposa, Manuela Costarrica, huyó de Orizaba y se estableció en Apizaco,
desde donde dirigió una pequeña fábrica de tabacos que siguió elaborando
puros usando la marca La Violeta y reflejando en ellas su identidad, viuda de García Méndez.
Los saqueadores de La Violeta debieron llevarse un buen stock de bellas vitolas de la marca y años después, desaparecido casi todo este
stock, el gobierno vendió unos cientos de anillas del Centenario de México, que era lo único que quedaba, fueron adquiridas en pública subasta por Luis Romero Cova, tabaquero de Tezuitlama (Puebla), que sobre-cargó muchas de estas series completas
con su marca La Continental, nombre y dirección, vendiéndolas a
buenos precios a los norteamericanos. (2*)
A título anecdótico, decir que en la revista de la A.V.E. se publicó
(*3) un estudio sobre una curiosa anilla de La Violeta con un texto: Jorge G. con las iniciales "R" y "A" en color blanco entrecruzadas, que el autor del artículo quiere interpretar como : Jorge G. (Jorge García)+ R (Requiecat) + M (Mendez).
Una vez instalada la paz en México, William Mayer, hijo de Gustavo Mayer, se encargó del negocio de su padre, ya de edad avanzada. Reabre el 4 de Octubre de 1928 la fábrica de Orizaba y vuelve a fabricar puros anillados con el escaso y pobre vitolario
que conservaba siguiendo con el nº de registro 144. Dado la escasez de medios y su desconocimiento de la industria tabaquera, al final tiene que recurrir a otro tabaquero experimentado de San Andrés
Tuxtla, Juan de la Cera, para que se los fabricase, limitandose Mayer a colocarlos en cajas con vitolas y habilitaciones de la marca La Rica Hoja.
En unos pocos años los afamados cigarros puros de esta prestigiosa merca dejarían de verse para siempre en el mercado mexicano. (*5)
Eduardo VII de El Brillante negro. Anilla realmente difícil de encontrar, como todas las de esta marca. (*18) |
Carlos E. GARCÍA y su marca el brillante negro. (*7), (*8)
Sobre su fundador. El hecho que tanto La Rica Hoja como El Brillante Negro fueran fundadas ambas por Manuel P. García es algo que no se puede afirmar debido a que nos faltan pruebas documentales.
A favor de esta teoría solo tenemos pruebas intuitivas pero realmente poco sólidas:
Todas estas circunstancias nos conducen ineludiblemente a descartar la mera casualidad y pensar seriamente en la existencia de algún tipo de nexo común, bien sea de tipo familiar, bien sea funcional (contrato, pacto, alianza comercial, etc) que desembocase en una dirección o gestión común de ambas marcas. De no ser así no podríamos justificar tantas similitudes y coincidencias juntas.
Pero donde se manifiesta esta similitud de un modo más patente
es en la existencia de dos vitolas casi idénticas, una de cada marca, con la leyenda central Banqueros de Kruger -1904-
XX. Ambas son coincidentes en modelo y diseño, y en el ala derecha llevan exactamente la misma leyenda: imitan grueso, tamaño y figura, pero nadie compite en calidad,
aroma y baratura.
Sería una ingenuidad pensar que un fabricante de la competencia usase o copiase un texto tan explícito y a la vez tan imaginativo y original, de no existir un claro vinculo entre ambas marcas, siendo el más creíble el vínculo familiar, a mi modesto entender.
Otra gran anilla con retrato de Porfirio Díaz, de la misma marca "El Brillante negro". (*18) |
El periodo de funcionamiento de la fábrica. Ambas fábricas se debieron fundar en fechas muy próximas, entre 1888 (fecha de la fundación de La Rica Hoja) y 1890 para El Brillante Negro, dato que se deduce de la datación que los expertos han realizado a la vista de las vitolas de esta marca debió desaparecer sobre
1910, absorbida quizás por La Rica Hoja por razones meramente estratégicas de compañía al objeto concentrar la capacidad comercial en las marcas La Rica Hoja y La Violeta en detrimento de El Brillante Negro, que así desaparecería.
Este razonamiento se ha podido deducir gracias a la existencia de una anilla con el retrato del político
Canalejas y nº de registro 144 (la única que se conoce con este número de registro) y que recordemos es el mismo que usó siempre La
Rica Hoja. Este corto periodo de existencia podría justificar el escaso vitolario de la esta marca.
El emplazamiento de la fábrica. Según el Anuario Comercial de 1897, Carlos E. García figura domiciliado en la calle Merced número 534 de Guadalajara, en el estado de Jalisco, por lo que se supone que su fábrica estaría ubicada allí, y si esto fuera así, Manuel P. García y Carlos E. García habrían iniciado su actividad tabaquera y habrían fundado sus fábricas en zonas distintas.
También observamos que en las anillas mas antiguas no consta dato alguno sobre su localización, pero en el resto de anillas de la marca, que es la mayoría, figura la localidad de San Andrés de Tuxtla, por lo que deducimos que a principios del siglo XX se trasladaría de Guadalajara a San Andrés Tuxtla.
La datación de las vitolas de la marca. Por la similitud de las vitolas, todo apunta a que fueron encargadas muy próximas en el tiempo y al mismo taller litográfico, en concreto a Steffens Jones, que sería representante para América de la compañía litográfica alemana Wilhelm Wefers (*7), coincidiendo incluso algunos de los números marginales ambas marcas. Todas las anillas con marginal numerado de la marca El Brillante negro oscilan entre el número 4962 y 5699, número tope en ambas marcas, mientras que para La Rica Hoja el primero encontrado es el 4907. Este detalle nos llevaría a desechar la posible relación familiar padre-hijo y buscarla en otra relación familiar cualquiera. Solo he encontrado documentalmente un hermano con el nombre de Rafael en (*4).
BernabÉ García y su marca La Rosa de Oro (*12), (*13)
Anillas con motivos que demuestran la vinculación de Bernabé García con Asturias. (*18) |
Este importante industrial tabaquero, como tantos otros en México, es un enigma. Poco o nada se sabe de él ni de sus marcas. Por una parte nos encontramos con la práctica inexistencia de documentación escrita. Por otra, observamos que las vitolas y papeletas litográficas que han llegado hasta nuestros días apenas nos facilitan información, de modo que se desconocen datos tan básicos como la ubicación de su fábrica ni su número de registro ni
la fecha de comienzo de sus actividades.
Lo único que se puede afirmar que este tabaquero mexicano tuvo diferentes denominaciones o razones sociales:
Bernabé García y Cía., Bernabé García y Cia. Sucesores, Bernabé García, B. García y simplemente García. Aparte de sus marcas: La Rosa de Oro o La Flor de Bernabé García
Sus respectivas fechas de constitución han podido deducirse de forma aproximada a través de la datación histórica de los personajes representados
en sus vitolas y las leyendas que figuran en las mismas, en un excelente trabajo realizado por el experto vitólfilo Julio Herrero (*12).
Siguiendo con el análisis de su vitolario, encontramos signos que nos conducen a pensar que Bernabé García debía ser español y de procedencia asturiana. Así podemos ver textos como Mineros, Flores de Asturias, Glorias de Pelayo, etc. Además, si su apellido es García, como Manuel P. y Carlos E. García, y las fechas de constitución de sus marcas son todas en periodos muy cercanos en el tiempo, ¿porqué no pensar en un nuevo miembro de la familia García?.
Conjunto de “odaliscas” de Bernabé García. (*18) Únicamente la vitola central relaciona su marca La Rosa de Oro con el fabricante, Bernabé García. |
1885.-B. García y Cia. Esta primera denominación o razón social de la actividad manufacturera de tabacos puros del fabricante Bernabé García debió ser como mínimo en el año 1885 y llegar hasta 1892.
1893.- Bernabé García y Cia. Sucesores. A partir de este año encontramos sus vitolas con esta nueva denominación, que se prolonga hasta
1903 aproximadamente. El cambio pudo ser debido al fallecimiento del fundador aunque son meras conjeturas.
1904.- B. García o García. Desde este momento las vitolas llevan
sobre sus alas una de estas dos denominaciones, indistintamente.
Para la determinación de la fecha de cese de sus actividades, el estudio del experto vitólfilo Julio Herrero (*12) se apoya en el análisis de una vitola de la marca La Rosa de Oro, que debió de pertenecer con toda seguridad a los sucesores del fabricante. De aspecto mucho mas pobre que el vitolario tradicional de B. García, esta vitola tiene un escudo como motivo central con la leyenda Regalía Especial de la Rosa de Oro. Su marginal es HS 13291, lo cual nos lleva al año de 1946. Según un espléndido estudio de la numeración de la fábrica litográfica Hermann Scött. Si damos un margen de algunos años más de funcionamiento, el final de su actividad se podría situar en la década de 1950. Es curioso el hecho de que, rebuscando en mi colección, encontré una anilla exactamente igual pero con el marginal: HS 1178 y que correspondería al año 1906 (ver figura adjunta).
Anillas con las distintas marcas y denominaciones que utilizó el fabricante mexicano Bernabé García. (*18) |
Como se ha dicho anteriormente, La Rosa de Oro fue una de sus marcas emblemáticas.
Al igual que en todas las vitolas de Bernabé García, encontramos una carencia casi absoluta de datos, como los
relativos a la ciudad donde estuvo instalada la fábrica, número de registro,
año de comienzo de sus actividades y por supuesto el final de las mismas.
Aunque su vitolario nos lleva intuitivamente a asociar ambas denominaciones a la propiedad de Bernabé García, solo en unas pocas de ellas hemos podido encontrar la prueba de que La Rosa de Oro fuese propiedad de Bernabé García. Estas anillas están concentradas en la temática de mujeres, en concreto son un bello y muy valorado conjunto de gran calidad litográfica con el retrato de una bella odalisca, ver la figura adjunta (arriba derecha). En unas figura únicamente la denominación social y en otras solo la marca.
Parece como si, de forma voluntaria, el propietario quisiera que su identidad permaneciera oculta.
Anilla de La Rosa de Oro, marginal HS 1178. (*18) |
La marca, finalmente, debió pasar a otras manos distintas de sus sucesores, como nos lo demuestran la existencia de unas cuantas anillas de aspecto pobre y por supuesto mucho más modernas de los fabricantes Alberto R. Ortiz (número de registro 60) y Fidencio R. Ortiz (número de registro 397), ambas con sede en la capital del estado, México D.F. (*13)
FUENTES DE INFORMACIÓN (*)
(*1) 1988 Centenario de la Rica Hoja. Revista A.V.E. nº 246 Página 6. Autor: Julio Herrero.
(*2) Artículo sobre La Rica Hoja. Revista A.V.E. nº 49 Página 41. Autor: Eduardo Cabezudo.
(*3) La Rica Hoja y La Violeta. Revista A.V.E. nº 100 Página 44. Autor: Antonio Gabaldón.
(*4) La Rica Hoja. San Andrés Tuxtla y el tabaco a finales del XIX - José González Sierra http://148.226.12.104/bitstream/123456789/1978/2/198972P179.pdf
(*5) La Rica Hoja - Historia de la marca - Autor: Juan José Serrano del Valle. Catalogo de anillas numeradas de la Rica Hoja. Asociación Vitolfílica Española - Valencia 1985.
(*6) La Rica Hoja. Revista A.V.E. nº 49 Página 41. nº 52 Página 15. Autor: Eduardo Cabezudo
(*7) Artículo del vitólfilo José Pascual Bedelles sobre la marca mexicana El Brillante Negro en la revista A.V.E. (Nº. 228, Pág.11).
(*8) El Brillante Negro - A.V.E. Nº 300 Página 32. Autor: Juan José Serrano del Valle
(*9) José María Naredo. Historiador local. http://www.ub.edu/geocrit/sn-36.htm
(*10) Monopolio del humo. Elementos para la historia del tabaco en México y algunos conflictos tabaqueros veracruzanos: 1915-1930 Universidad veracruzana, 1987 Autor: José González Sierra
(*11) La habilitación de cosechas aplicado al cultivo de tabaco es un esquema productivo muy abierto que se dió en San Andrés Tuxtla entre 1893
y 1908. + información
(*12) Revista de la Asociación Vitolfílica Española A.V.E. nº 229 Pág. 11. Autor: Julio Herrero
(*13) Revista de la Asociación Vitolfílica Española A.V.E. nº 230 Pág. 19. Autor: Juan Pascual Bedelles
(*14) Emigrantes en el mundo de los negocios. Autores: Rosa María Meyer Cosío, Delia Salazar Anaya
(*15) Directorio de empresas y comercios de los diferentes estados de México. Veracruz - Página 712 - J.B. Foss y Compa. Carbon y Coke. Mexico D.F.
(*16) Revista de la Asociación Vitolfílica Española A.V.E. nº 382 Pág. 36. Autor: Manuel Bustamante.
(*17) Libro Society Hill and Old City. Autor: Robert Morris Skaler. Tomado de Google Books.
(*18) Colección del autor.
(*19) Catálogo de la Rica Hoja. Parte I (anillas numeradas). 156 anillas con numeraciones del 1 al 110.
(*20) Reviata de la A.V.E. nº 376 de diciembre de 2019. Pág. 32. Autor Carlos Casado.
(*21) Las antiguas fábricas de Cigarros de Hoja. Publicado por Juan Crouset (Blog).
(*22) Orizaba antigua. Las fábricas de cigarros y puros. Autor Benjamín Maciel Gómez. 10 de septiembrede 2014. https://redmexico.wixsite.com/orizabaantigua/single-post/2014/09/09/las-f%C3%A1bricas-de-cigarros-y-puros
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