A la memoria de mi padre: José Berni Gómez q.e.p.d. El inició esta colección |
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS Juan Alberto Berni González A.V.E. 1415 |
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GRANDES TABAQUEROS.
gustavo mayer. |
William tuvo que presenciar las primeras huelgas que ya anunciaban tiempos difíciles en el país. Los litigios que mantuvo su padre para seguir adelante fueron interminables y los problemas económicos cada día más apremiantes.
En 1906 se instala en la ciudad de México, desde donde transmitía a su padre en sus cartas la evolución de la situación intercambiando opiniones sobre la marcha de los negocios y de la situación política.
A partir de los hechos acaecidos en la decena trágica, volvió a Orizaba para ayudar a su padre en las fábricas de puros dado lo complicado de la situación allí. Para los Mayer eran tiempos difíciles, los revolucionarios pasaban por sus propiedades y se llevaban lo que podían. Los extranjeros en Orizaba procuraban no aparecer en público y ellos decidieron ocultar su procedencia judía y aparecer como ingleses.
Poco después de iniciarse la primera Guerra Mundial, viajó con su hermana a Europa a engrosar las filas del ejército inglés y regresan en 1917. (*2)
En 1918 William Mayer se encarga de los negocios de su padre, ya de edad avanzada. En ese año, tal y como se comprueba en el artístico membrete de la carta de la figura (abajo), la empresa de Gustavo Mayer era propietaria de las siguientes marcas: La Violeta, La Sin Rival, Mi País, La Rica Hoja, El Sol y La Seductiva, amén de otras anexas.
Entre 1921 y 1922, Mayer cambia de estrategia y comienza a derivar la fabricación de cigarros a la factoría de San Andrés Tuxtla para conseguir una reducción del costo laboral, dejando solo en Orizaba la administración y el empaquetado de los puros.
Así continuó la situación durante los siguientes años, derivando la producción tabaquera de una factoría a otra según fueran los costos de mano de obra y las relaciones laborales en cada momento.
Carta fechada en 1918 con el membrete de Gustavo Mayer y Cia. en la que figuran las marcas de tabaco de su propiedad: La Violeta, La Sin Rival, Mi País, La Rica Hoja, El Sol y La Seductiva, más anexas |
Así siguió la todo, hasta que entre 1926 y 1927 la fábrica de La Violeta intenta introducir maquinaria en su proceso productivo y los obreros de Orizaba se movilizan frontalmente contra de dicha medida. Los últimos años de la década se caracterizan por las dificultades cada vez mayores de Gustavo Mayer, tanto en su fábrica de Orizaba como en la de San Andrés.
Como dato curioso, comentar un hecho curioso que consta documentalmente y que demuestra de la conflictiva situación social y laboral del país:
El 3 de julio de 1921 la firma Gustavo Mayer y Cia., propietaria de una finca llamada La Rica Hoja, en El Valle Nacional, intentó iniciar el cultivo en dicha zona oaxaqueña mediante una petición oficial de trabajadores agrícolas a la recién creada Oficina de Colocaciones, dependiente del Departamento de Trabajo Mexicano, para reactivar la actividad tabaquera interrumpida a consecuencia de las luchas revolucionarias que asolaron la región veracruzana y cortaron el abastecimiento de mano de obra.
Dicho intento terminó en fracaso pues, a pesar del paro existente en la nación, no se pudo reclutar personal suficiente dispuesto a trabajar. (5*)
Sin poder precisar la fecha exacta, pero quizás en los últimos estertores de la cruenta revolución mexicana iniciada en 1910 y que con distinta intensidad llega hasta 1928, la fábrica de La Violeta en Orizaba es saqueada e incendiada por los revolucionarios. (*3)
Después de haber mantenido numerosos y largos pleitos con los obreros, donde su habilidad para evitar indemnizar a los operarios de la fábrica llegó a ser realmente notable, el 4 de marzo de 1932 Gustavo Mayer cierra definitivamente su fábrica de Orizaba, la mítica fábrica de cigarros puros de La Violeta. Ese fue el triste el final de una empresa tabaquera familiar de tamaño medio pero de gran prestigio, devorada por el desarrollo mismo del sistema que le dio origen. (*5)
Pasa a ocuparse de los negocios familiares, y en 1929, cuando parecía que las fábricas de puros de su propiedad iban mejorando su productividad, explotó la crisis financiera mundial con inicio en los Estados Unidos. Ello motivó la pérdida definitiva de las fábricas, quedando tan endeudados que resolvieron trasladarse toda la familia a la ciudad de México.
Reabre la fábrica de Orizaba y vuelve a fabricar puros anillados con el escaso y pobre vitolario
que conservaba, siguiendo con el mismo nº de registro 144.
Dado la escasez de medios y su desconocimiento de la industria tabaquera, al final tiene que recurrir a otro tabaquero experimentado de San Andrés
Tuxtla, Juan de la Cera, para que se los fabricase, limitandose Mayer a colocarlos en cajas con vitolas y habilitaciones de la marca La Rica Hoja.
En unos pocos años los afamados cigarros puros de esta prestigiosa marca dejarían de verse para siempre en el mercado mexicano. (*4)
FUENTES DE INFORMACIÓN (*)
(*1) La Rica Hoja. San Andres y el tabaco a finales del XIX - Jose Gonzalez Sierra.
(*2) Los inmigrantes judíos frente a la Revolución Mexicana - Alicia Gojman Golberg.
(*3) La Rica Hoja y La Violeta. Revista A.V.E. nº 100 Página 44. Autor: Antonio Gabaldón.
(*4) La Rica Hoja - Historia de la marca - Autor: Juan José Serrano del Valle. Catalogo de anillas numeradas de la Rica Hoja. Asociación Vitolfílica Española - Valencia 1985.
(*5) Monopolio del humo. Elementos para la historia del tabaco en México y algunos conflictos tabaqueros veracruzanos: 1915-1930 Universidad veracruzana, 1987. Autor: José González Sierra
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