GRANDES TABAQUEROS. pelÁez hermanos y su marca “la balsa” .

Vitolas de Peláez Hnos. Arriba más antigua. Abajo Peláez Sucs. Ambas Reg. nº 52.  (*3)

La única fuente de información que he podido encontrar, por ahora (*1), acerca de este tabaquero mexicano, analiza las fábricas de tabaco que existían en dicha ciudad a principios del siglo XX.
En él se citan fuentes oficiales según las cuales, en 1910 había 9 fábricas de tabaco labrado, llegando en 1917 hasta 21. Continua citando las tres más importantes:

« Pero, de todas ellas, las importantes se limitaban a tres: El Pabellón de Manuel Penichet Valdés, La Balsa y La Prueba, del fabricante Balsa Hermanos, instaladas todas ellas en el último cuarto del siglo XIX. »

Hay que tener en cuenta que dicha relación excluía, por ejemplo, a fábricas como La Prueba, debido a que su fábrica principal estaba ubicada en el puerto de Veracruz siendo la fábrica de Puebla una mera sucursal. De este modo, en ese año de 1910 las fábricas en Puebla serían diez como mínimo.

Siempre según esta fuente, la fundación de La Balsa se remontaría al año de 1892, en la ciudad de Puebla, siendo sus propietarios, los Hermanos Peláez, de origen español.

Bella vitola de la marca Peláez Hnos., una de las más antiguas y cotizadas.  (*3)

Su marca principal, La Balsa, recibió la medalla de primera clase en la Exposición de París de 1900. Su calidad venía abalada por usar materia prima de las vegas de San Andrés (Veracruz), Valle Nacional (Oaxaca) e incluso importándola de Cuba. Los propietarios presumían de:

«Fabricar la mejor calidad de puros, asegurando de poder competir ventajosamente en todo el país incluso con los famosos puros cubanos.»

« Contar con extensos patios y vastos salones muy bien ventilados, con todos los aparatos necesarios para hacer un trabajo limpio y perfecto, y con departamentos que eran modelo de orden y limpieza».

En 1910 la fábrica de La Balsa ocupaba a un total de 230 personas, de las cuales 20 eran mujeres y 10 niños, estos últimos y algunas mujeres se ocupaban de labores de despalillado.

Poster de propaganda de La Balsa que expone sus productos y sus vitolas. Medidas 82 x 64 cm.   (*2)

Según avanzaba el siglo XX, siguiendo la tónica social general en todo el país, comienzan a producirse reivindicaciones laborales y protestas de los empleados de la fábrica más o menos airadas, narradas con detalle en el libro del que he extraido la mayor parte de la información de este capítulo. (*1)

« En la fábrica de La Balsa, las mujeres exigían que se les instalara luz eléctrica o bien que se mejorara el material suministrado de modo que se pudiera trabajar. Asimismo, manifestaban que el material se les daba pesado y los capotes contados, por lo que se lastimaba su dignidad.»

Todo indica que la última de las hojas de tabaco, la más fina y delicada, que se utilizaba para revestir al cigarro puro en su elaboración final, debió darse a las obreras rigurosamente contada, ya que su costo era elevado, en relación a las otras hojas, siendo importada de la isla de Sumatra, en la lejana Indonesia.

Aunque no lo puedo asegurar por falta de datos, pienso que la fábrica debió de dejar de funcionar sobre los años 1920s o 1930s ya que en el extenso vitolario de esta marca no he encontrado anillas modernas, muy fáciles de detectar por su baja calidad litográfica y de materiales.
Siempre trabajó con el nº de registro 52, como se puede ver en las vitolas la figura en esta página (arriba).

Marcas principales:

Peláez Hnos y Cia Sucs.,   Peláez Hnos.,    La Balsa.

 

FUENTES DE INFORMACIÓN (*)

(*1)     Industria y trabajadores del Tabaco en Puebla. Los años de la revolución.    Leticia Gamboa Ojeda.
(*2)     Foto facilitada generosamente por el coleccionista mexicano Álvaro Rodríguez Hernández
(*3)     Colección del autor.

 

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