A la memoria de mi padre: José Berni Gómez q.e.p.d. El inició esta colección |
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS Juan Alberto Berni González A.V.E. 1415 |
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GRANDES TABAQUEROS CANARIOS. SANTIAGO GUTIERREZ MRTÍN Y SU MARCA "LA FLOR ISLEÑA". |
Sobre el año 1905 abrió una pequeña fábrica de cigarros que denominó LA FLOR ISLEÑA. Como solía ser habitual, sus primeros años fueron de dificultad para comercializar sus cigarros, pero al final gracias a la excelente calidad de sus labores logra exportar sus productos a Sudamérica, con un gran éxito en países como Argentina o Uruguay. También comercializaba tabaco en rama, con el gran inconveniente climatología canaria, pues si no llovía lo suficiente o era un año de sequía, lo normal era que el agricultor se ponía a cultivar otros productos, patatas, tomates, plátanos, etc.
La exigencia de estos nuevos contratos le obligó a modernizar y mecanizar su fábrica para poder hacer frente al continuo crecimiento de la producción de cigarros, y pensó en un valor seguro, el ya por entonces experto y prestigioso tabaquero Lorenzo Arbelo Pérez, que se había despedido de la fábrica LA FAVORITA de Eufemiano Fuentes para crear su propia marca LA CHIQUITA, pero que no le iba demasiado bien debido a su poca disposición como empresario. Dicho y hecho, le ofreció un jugoso contrato,
y Arbelo después de dudarlo mucho, al final aceptó la oferta de Santiago Gutiérrez no sin pedirle a cambio una suma considerable de dinero
garantizándole multiplicar su producción y sus
beneficios en poco tiempo.
De este modo, Arbelo trabajará durante ocho años en la fábrica como capataz y consejero, transformándola en una de las más importantes
industrias tabaqueras de Gran Canaria, tal y como había
prometido a su jefe. En 1921 dejará La Flor Isleña para pasar a trabajar a la fábrica de LA REGENTA, propiedad del industrial tabaquero portugués residente en Las Palmas Joaquín J. Dos Santos.
En 1922, Santiago Gutiérrez decidió edificar un nuevo y espectacular edificio para la época, de 1.269 metros cuadrados de superficie, situado en Arenales, una de las zonas de expansión de la ciudad, en la calle Luis Antúnez esquina a Pi y Margall.
Fue diseñado por el arquitecto racionalista Miguel Martín-Fernández de la Torre, con un patio central cubierto en torno al cual se distribuían las dependencias de la fábrica en dos niveles de altura.
De él, solo se ha conservado el frontis histórico, pues el edificio propiamente dicho fue totalmente derruido para levantar en su lugar un garaje privado con una estructura que contrasta con el conjunto arquitectónico, lo cual ha desvirtuado completamente la imagen de uno de los edificios más relevantes de patrimonio industrial de Las Palmas de Gran Canaria. (*2)
Siguiendo la evolución del mercado tabaquero desde principios de siglo XX, la continua caída del consumo de cigarros puros y aumento del de cigarrillos, hace cambiar la estrategia de producción de su fábrica, por lo que a partir de 1937, Santiago Gutiérrez decide bajar al mínimo la producción de cigarros puros y dedicarse prioritariamente a la fabricación de cigarrillos en el mismo edificio de su fábrica de tabacos La Flor Isleña, para lo cual crea una marca que denomina CUMBRE que funcionó hasta bien entrado el siglo XX. Los cigarrillos CUMBRE se elaboraban con hoja selecciona
de Brasil, Santa Domingo y las propias islas Canarias.
Todo ello lo podemos corroborar analizando las dos fotos históricas de la fábrica que se exponen a nuestra derecha. En la primera de ellas, la más antigua leemos en el cartel de fábrica: "tabacos y cigarrillos LA FLOR ISLEÑA" y sobre la puerta de entrada, figura el nombre de su fundador, Santiago Gutiérrez Martín.
En la segunda foto, algo más moderna, vemos que ha cambiado la marca por "Cigarrillos CUMBRE", y sobre la puerta ahora aparece el nombre de los nuevos dueños: Hijos de S. Gutiérrez Martín.
El extenso vitolario de la LA FLOR ISLEÑA, muy vistoso y de una gran calidad litográfica, se imprimió en talleres litográficos alemanes a partir de finales de la década de 1910. Como puede apreciarse en la imagen de la izquierda, gran número de ellas tienen el formato característico de esta marca, con su emblema en el óvalo central, una rosa encerrada en un escudo ovalado y una corona en su parte superior. Las que tienen las alas en color blanco o crema está datada sobre 1918 y la serie de alas en rojo, más moderna, de 1931.
Sobre esa fecha, para para envolver los mazos de 25 cigarros puro de la marcas, se imprimó una
anilla gigante de una excepcional calidad, de 31 cm. de largo, en blanco, negro y
oro, con el retrato en óvalo central de don Santiago Gutiérrez Martín (se puede ver en la primera imagen de esta misma página) .
FUENTES DE INFORMACIÓN. (*)
(*1) Revista A.V.E. nº 45 P. 23-25 (1957), nº 148 P. 20-23 (1973), nº 161 P. 15-16 (1976), nº 255, Pág. 8 (1991). Los contenidos más relevantes escritos por Jorge Pérez Chacón (Don Vitolino).
(*2) Revista digital sobre ingenieria y mantenimiento. http://www.tbn.es/templates/images/documents/21_1.pdf
(*3) Fondo de Fotografía Histórica de la FEDAC. http://www.fotosantiguascanarias.org/
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