A la memoria de mi padre: José Berni Gómez q.e.p.d. El inició esta colección |
COLECCIONISTA DE VITOLAS DE PUROS Juan Alberto Berni González A.V.E. 1415 |
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cultivo y elaboraciÓn del tabaco |
Todo comienza en el mes de Septiembre con la preparación del terreno, siguiendo poco después, en Octubre, con la siembra de los planteles de tabaco, unas pequeñas matas de unos 18 cm. de altura. Tras tres meses de continuo crecimiento, la planta llega hasta 1,70 o 1,80 m. como máximo, entonces se poda la yema superior de cada planta para limitar su crecida y fortalecerla. Se aguarda hasta principios de Abril a la recolección de la hoja. La recolección es el inicio de la fase de elaboración del cigarro puro, que finalizará a los tres años con el torcido
.Como veremos, a poco que se profundiza en el conocimiento de este delicado proceso de cultivo y elaboración artesana de un cigarro puro, nos apercibimos del gran esfuerzo que representa. Quizás entonces ya no nos resulte tan caro como pudiera parecer a primera vista la adquisición de un buen puro artesano.
Mapa con las zonas típicamente tabaqueras de Cuba. Mapa detallado de la famosa región tabaquera de
Vuelta Abajo, provincia cubana de Pinar del Río.
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ZONAS DE CULTIVO DE TABACO CUBANO.
EL MEJOR del mundo.
Lo más importante para conseguir el mejor cigarro puro es disponer de las mejores hojas de tabaco. Hoy en día casi todo el Mundo reconoce que las mejores tierras
para obtenerlas radican en el extremo occidental de la isla de Cuba, en las famosas vegas de Vuelta Abajo, provincia de Pinar del Río, y en particular las de San Luis y San Juan.
Aún sigue siendo un secreto la enorme calidad de los tabacos de esta región única, aunque se supone que radica fundamentalmente en el clima y los suelos ricos en nitratos de esta zona privilegiada por la naturaleza que propician que se den esas características únicas. Incluso en otras zonas de la isla de Cuba se ha intentado imitar las condiciones ambientales mediante invernaderos especiales, se han utilizado semillas de plantas cubanas, se ha llevado tierra de esta zona en camiones para plantarlas sobre ella, pero sin conseguir lo que la naturaleza ha logrado de forma espontánea.
Las cinco zonas tabaqueras de Cuba por excelencia son: Vuelta Abajo, Semivuelta, Partidos, Remedios y Oriente.
El clima y subsuelo de estas zonas tabaqueras cubanas es ideal para el cultivo del tabaco, el terreno es profundo, arenoso y rico en minerales.
Algunos fumadores afirman que los tabacos de la República Dominicana, cultivados a partir de semillas cubanas por expertos formados también en Cuba, han mejorado tanto en los últimos años que pueden competir hoy con las mejores marcas cubanas; sin embargo, sin dejar de reconocer la gran calidad de los cigarros dominicanos, todavía la supremacía del Habano es incuestionable. La hoja tipo connecticut procedente en su mayoría de La República Dominicana y Honduras es de una calidad incuestionable.
Como se puede ver mas abajo, hay otros muchos países productores de hoja de tabaco, tanto para cigarrillos como para cigarros puros, por ejemplo: China, India, República
Dominicana, Indonesia , Honduras, Brasil, Ecuador, México, Nicaragua, USA, Camerún, Filipinas, España (Canarias), Jamaica, etc... pero que a pesar de su mayor volumen de producción, no alcanzan la calidad del tabaco cubano.
En Pinar del Río la pluviosidad es una de las más abundantes de Cuba, con 1,651 milímetros anuales, no obstante la siembra del tabaco se realiza en la temporada de sequía, cuando la tierra ha recibido abundantes lluvias de las tormentas del período de mayo a octubre.
Durante el cultivo, de noviembre a febrero, sólo caen unos 203.2 milímetros de lluvia con temperatura promedio de 26.7°C, unas ocho horas diarias de Sol y una humedad promedio del 64%. A continuación se describe el proceso de cultivo en detalle, desde la siembra hasta la recolección. Conviene saber que el proceso agrícola del tabaco utilizado durante todo el período colonial y aún entrado en el siglo XX tiene características que difieren de las que se utilizan hoy en día en cualquier país razonablemente industrializado.
Esquema visual de las partes del cigarro puro. |
PARTES DEL PURO Y TIPOS DE HOJA DE TABACO.
Un cigarro puro esta conformado por tres tipos de hojas con características diferentes y por tanto cumplen funciones muy particulares. Dichas hojas, de afuera hacia adentro, reciben los siguientes nombres:
- Capa o envoltura
- Capote o capillo
- Tripa o relleno
Para confeccionar la capa, se usa exclusivamente la hoja tipo corojo.
Para
confeccionar el capote y la tripa o relleno se usa la hoja tipo criollo.
A continuación, vamos a ver las características de cada una.
El
corojo
Es una planta de tabaco híbrida que se usa específicamente para capas y toma su nombre de la famosa plantación "el corojo" donde se
desarrolló su semilla por un genetista holandés en 1948. Desde entonces a
nuestros días se
han logrado diversas variedades de tabaco para capa derivadas de la variedad
Corojo, como son la Habana 2000, que se utilizan en Cuba,
Nicaragua, Honduras, Ecuador y República Dominicana (con muy escasa producción,
ya que la capa no se da bien en esa isla), la corojo 92, la corojo 98 y la corojo 99, cepas diferentes que han ido mejorando su rendimiento y
su resistencia.
Típica plantación de corojo o tapado |
El cultivo se realiza bajo lonas de
algodón o tapados o cheese-cloth en inglés con la finalidad de
reducir la radiación solar entre un 27% y un 32% a fin de proteger a
la planta del exceso de sol, vientos y parásitos, y que las hojas tengan una
apariencia uniforme y textura suave y sedosa.
Los toldos se van elevando
manualmente a medida que crece la planta, para evitar que las hojas superiores
no rocen con él. Su producción es más
costosa los otros tipos de hojas de un Habano y se agrupan en siete niveles según
su posición en el tallo a efectos de su recolección y clasificación por
colores.
Cada planta contiene 16 o
17 hojas que permitirán la elaboración de unas 30 capas. Los mejores
rendimientos se consiguen en las hojas del centro de la planta que son las capas
más grandes y finas.
Las capas cubanas son descendientes de la variedad corojo, considerada la mejor capa
del mundo, sólo la utilizan los cubanos para sus labores (no la venden). Se
caracterizan por ser finas y elásticas, de mucho sabor dulzonas, por lo que
combinan perfectamente con el sabor del tabaco para tripa cubano) y con gran
variedad de colores, que pueden ir de los claros a los colorados y maduros. La
hoja para capa debe ser: de hojas finas y aterciopeladas, de dimensiones nunca menores
de 40 X 20 cm., poca nerviación, excelente combustibilidad, color claro y
uniforme y alto contenido de aceites esenciales o resina que posibiliten una adecuada
elasticidad.
Plantación criollo, usado para tripa y capote.
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El criollo
DE SOL
Es la planta de tabaco que se usa para confeccionar
tanto el capote como la tripa.
Se obtiene
preferentemente a partir del las hojas cultivadas a plena exposición solar,
aunque determinadas hojas del tabaco tapado que no clasifican como capas también
son utilizadas con este fin.
Del criollo se obtiene 4 de los 5 tipos de hoja que intervienen en la composición de
un habano y originan la diversidad de sabores presentes en las distintas marcas;
la planta criollo es la única variedad típica del genuino tabaco Cubano. En
función de la altura de la hoja en relación a la base de la planta cambian sus
características y así serán usadas para tripa o para capote.
Las plantas de criollo poseen 6 o 7 pares de hojas clasificadas en ligeros,
secos, volados y capotes; las hojas situadas al pie de la planta ofrecen un
sabor más suave, por ser las de más tiempo y las más sombreadas. Más arriba las hojas tienen mayor
fortaleza al estar más expuestas a la luz
solar. El ligero se obtiene de las hojas superiores y es más aromático; el
seco, de las hojas intermedias es más ligero y de aroma más sutil; el
volado, de las hojas inferiores de la planta, es menos aromático, siendo su
función asegurar que el cigarro arda correctamente.
Representación de las distintas zonas de la planta del tabaco Izquierda planta COROJO. Derecha planta CRIOLLA. Utilización de las distintas hojas y zonas de la planta del tabaco. |
Para el capote se requiere una hoja de tabaco de la zona central o inferior basal del tallo, con un contenido en nicotina relativamente bajo, bajo en aromas, de textura fuerte pero resistente y elástica, con pocas resinas y buena combustibilidad. El capote tiene la finalidad de mantener unida la tripa, es decir, sujetar firmemente las hojas internas.
Para la tripa o relleno es necesario un tipo de hoja que
aporte las características intrínsecas de un cigarro, por lo tanto se
requieren hojas con alta composición química, contenido en nicotina
relativamente altos, sabor fuerte y con cuerpo, aroma intenso, contenido de aceites esenciales y
resinas, alta elasticidad y buena combustibilidad.
La tripa, en puros de calidad, se forma con largas hojas de tabaco que
ocupan la longitud total del puro para que el cigarro tenga el mismo sabor en
toda su extensión y su ceniza tenga consistencia, sin embargo en los
puros mecanizados, la tripa está formada por hojas cortadas en trozos pequeños.
La tripa es corazón del cigarro y contiene tres tipos diferentes de tabaco:
Ligero, procede de la parte alta de la planta, es la
hoja que aporta la fortaleza al sabor del puro;
Seco, se obtiene del centro
de la planta y es el que aporta el aroma al cigarro;
Volado son las hojas de
la parte baja de la planta, y aportan la combustibilidad al cigarro.
La mezcla de estos tipos de tabacos se denomina ligada. La correcta combinación de hojas de tabaco para cada tipo de puro constituye la llamada receta de los maestros y es la fórmula de la composición de cada cigarro, obtenida según las especificaciones que se fijen por la mezcla de distintas hojas que forman el cigarro, en función de la variedad de planta, piso foliar que ocupa, origen geográfico, etc...
El carácter de un puro depende pues de esta mezcla, que puede incluir tabacos de varios países, cosechas y años diferentes, y el objetivo del mezclador es obtener una liga de sabor agradable.
FASES DEL PROCESO DE CULTIVO Y ELABORACIÓN.
PREPARACIÓN DEL SUELO.
Las raíces
de las plantas de tabaco son muy delicadas, por tanto la selección y preparación
del suelo para este tipo de cultivo debe ser muy esmerada ya que se deben crear
las condiciones idóneas para que se produzcan mejores condiciones microbiológicas,
lograr una buena movilización de los elementos nutritivos y la perfecta
acumulación y conservación de la humedad del suelo. Como se requiere suelos
sueltos, no se debe plantar en terrenos con pendientes pronunciadas para evitar el arrastre de
tierra o semillas.
SIEMBRA.
El
diminuto tamaño de la semilla de la planta del tabaco (un gramo de semilla
contiene entre 10 y 12 mil semillas) y por tanto la imposibilidad de enterrar
las mismas implica que deba plantarse antes en semilleros.
Las minúsculas semillas
se plantan en septiembre y se cubren con tela o paja para
protegerlas de los rayos del sol; a los 5
u 8 días comienza la germinación del tabaco; a los 10 o 12 días de nacida en el semillero, se inicia la aplicación de
insecticidas y de fungicidas.
Después de 35 días, hacia la segunda quincena
de octubre, las plantas de tabaco alcanzan ya unos 15 a 20 cm de alto y se
denominan posturas, entonces se procede a su trasplante a las vegas definitivas.
DESARROLLO
DE LA PLANTA.
Una vez plantada en la vega, cada planta se trabaja regularmente mediante
azada,
control de las plagas y sobre todo para eliminar sus yemas terminales y
axilares para estimular el crecimiento de las hojas, lo
que provoca la aparición de hijos o yemas que serán separadas también; a este
proceso se le denomina desbotone del tabaco.
Esta fase puede durar
unos 45 o 50 días, que el periodo necesario para alcanzar
la completa madurez de la planta y poder recolectarla.
RECOLECCIÓN.
Quizás sea el trabajo mas duro, pues las hojas hay que recogerlas una a una y a mano, y como máximo dos o tres
a la vez. Cada planta de corojo tiene 8 o 9 pares de hojas; las hojas están
situadas en niveles distintos, recogiéndose por cada nivel de forma
independiente cuando están maduras, a intervalos de 6 o 7 días:
el ciclo completo de recolección de una planta dura unos 40 días.
Las hojas de corojo y de criollo, son llevadas a las casas del tabaco para su
desecación natural previa a la la fase de fermentación. Las casas se orientan
según los puntos cardinales, de Este a Oeste, a fin de que el sol solo caliente
el frente y la trasera al amanecer y al atardecer; la casa del tabaco está
cerrada mientras dura la curación de las hojas.
Una pequeña "casa del tabaco". Secadero de tabaco |
CURACIÓN
O SECADO.
En
las casas del tabaco, los trabajadores deben vigilar la humedad, la temperatura
y las lluvias; según varíen estos factores, abren y cierran sus puertas.
Una
de los primeras actuaciones que deben realizar es el ensarte.
Las ensartadoras,
con grandes agujas, unen por pares las hojas y las colocan en largos palos de
madera de unos 4 o 5 metros de largo, llamados cujes; estos cujes se suben a unos maderos horizontales
llamados barrederas donde se apoyan sus extremos; en cada jornada, se
completan unos 100 cujes, por lo general.
El Tabaco se cura o seca al aire, durante unos 50 días; este
proceso, largo y natural, se supervisa de forma constante asegurando
temperatura y humedad controladas; las hojas ensartadas se sitúan cerca del
suelo y cuando se van secando se suben a la parte superior de la casa del
tabaco.
Primero las hojas se marchitan y van adquiriendo un color amarillo
oscuro y luego, gracias al
proceso de oxidación y pérdida de la clorofila, toman el color dorado-rojizo
que indica que están listas para la primera fermentación del tabaco.
Tras el
proceso de secado se procede al zafado o amarre del tabaco.
primera FERMENTACIÓN.
El primer proceso de fermentación se realiza en diferentes momentos y con distintos
procedimientos tecnológicos, según el comportamiento de las sustancias
químicas presentes en las hojas.
Los momentos en que puede realizarse la
fermentación son: en pilones en la casa de curación, durante la fase de selección o escogida, durante el despalillo, añejamiento o en cualquier otro momento que se considere necesario.
Una vez que disponemos de la hoja secada, se procede al zafado o amarre del tabaco; de esta fase depende, en gran
parte, la calidad del futuro Habano.
Las hojas ensartadas en los cujes (1000 a 1500 por unidad) se bajan. Para el corojo la bajada se
realiza por la mañana, cuando no hace mucho calor pues en caso contrario, al
manipularlas, la hoja de tabaco puede quebrarse si está demasiado seca;
finalmente, el zafador corta el hilo para liberar las hojas.
Una vez curadas, las hojas de tabaco de cada cuje se amarran en mazos llamados gavillas (30 a 50 hojas) y se llevan a las casas de fermentación o
curación; las gavillas se colocan en pilones de 0,5 m de alto. La 1ª fermentación comienza con la propia humedad presente
en las hojas y puede durar hasta 30 días. Este proceso reduce las resinas en
las hojas de tabaco, que toman un color más uniforme, antes de pasar a las
labores de escogida.
Los pilones se supervisan constantemente para comprobar que mantienen la
temperatura adecuada; si la temperatura del tabaco supera los
35º, se deshace el pilón y
se sacuden y orean las hojas antes de apilonarlas de nuevo.
Ensartado de las hojas en "cujes". Primera fermentación en barriles. Segunda fermentación, colocación en burros. Enterciado. |
ESCOGIDA O SELECCIÓN.- Se preselecciona los manojos de tabaco en rama situados en unos atados llamados matules, con arreglo a un mismo corte. Se procede al zafado del tabaco, consistente en sacudir las hojas para despegarlas. Se moja para facilitar su manipulación. Se seleccionan las hojas de las distintas clases de capa para luego pasar al rezagado donde las capas se clasifican según el tipo de tabaco, considerando su textura, tamaño y grado de defecto. Se agrupan las hojas de tabaco por clases, es la fase de picadero. Se amarran las hojas, agrupadas por clases, en gavillas o manojos de 40 o 50 con una cinta por su cabeza, es la fase de engavillado. Se introducen en una cesta las hojas engavilladas y se pasan al manojeador, que toma dos gavillas en cada una de sus manos y las ata por la cabeza, dándoles vueltas con una cinta, es el manojeo. Tras esto, endereza las hojas, las plancha y pasa otra cinta hasta llegar al tope del manojo, donde remata con un nudo.
Segunda
fermentaciÓn.-
Se colocan las oscuras hojas de tabaco en burros de madera, donde permanecen de 1 a 3 meses según la clase de
tabaco, realizándose mediciones térmicas sistemáticas para controlar la
temperatura que requiere cada clase para lograr una buena fermentación.
Se preparan los embalajes o tercios, formados con manojos de
tabaco, cerrados en yaguas; esta fase se denomina enterciado.
Se abren los tercios, se sacan las gavillas y se despegan las hojas que
han perdido humedad y están frágiles. Esta es la razón por lo que hay que
proceder a la moja, donde el mojador mete las gavillas en un
estanque de agua y las rocía con un atomizador, tras lo cual el sacudidor las
sacude con delicadeza.
Las
gavillas pasan al cuarto de orear, donde se cuelgan durante cinco horas
en un ambiente con 95º de humedad. Despalillado de las hojas en los talleres de despalillo, donde se
seleccionan las hojas por su tamaño (las rotas van para tripa), se ponen una
sobre otra punta con punta y se quita la la vena central de las hojas elegidas para capa,
formando dos bandas. Para las hojas destinadas a tripa, se quita la mitad de la vena central y un cuarto a las destinadas a capote.
Para el corte se utiliza una pieza de metal en forma de uña,
después la vena se hala para no romper la hoja.
Las hojas se colocan en una tabla y se planchan con una prensa en
grupos de 25 medias hojas, pasando a la galera para su torcido.
Rezagado o clasificación final de la capa
en aproximadamente 20 tamaños y matices exquisitamente definidos.
Se denomina rezagado porque las mujeres trabajaban a partir de pilas de hojas que tenían en su regazo, dando crédito al mito popular de que los Habanos se tuercen sobre los muslos de las doncellas.
La hoja para tripa, una vez despalillada, se coloca en tendales o parrillas, que son una especie de bastidores hechos con varillas de madera distanciadas
unos 4 o 5 cm. que se viraban cada cierto tiempo para que la hoja perdiera
cierta humedad; posteriormente se embarrilaba en grandes barriles de
madera bien tapados para dar a la hoja empalme, que significa que la
hoja en el barril pierde la melaza natural, quedando mejor curada para su
elaboración por el torcedor. Se consigue mejorar la combustión evitando
que se apagase con frecuencia sin que el cigarro pierda su aroma.
TORCIDO ELABORACIÓN DEL CIGARRO PURO.
El torcido del cigarro se realiza en la galera. La galera de la fábrica de tabacos suele ser la
sala o pieza más clara y amplia del inmueble. El artesano o
artífice de este trabajo se llama torcedor y utilizará para ello los siguientes elementos:
un tablero, una cuchilla o chaveta, una guillotina, goma
vegetal, una prensa y moldes. Los
torcedores, clasificados según su destreza, crean las distintas vitolas y
marcas de Habanos.
La carrera de un maestro torcedor comienza trabajando al menos
dos años de aprendiz; los que superan esta categoría deberán trabajar otros
seis años
más como mínimo para dominar todas las modalidades existentes. Los
criterios de ascenso son muy rigurosos pudiéndose tardar hasta veinte años en alcanzar la
categoría de maestro torcedor.
Cada torcedor hace entre 60 y 110 habanos diarios, dependiendo del tamaño del
puro y se ganan salarios muy superiores al resto de los trabajadores cubanos.
Además, reciben dos habanos diarios para su consumo.
En la galera, había una figura muy importante, el lector. En un capítulo específico, un poco mas
abajo en esta misma sección,
se exponen algunos datos sobre esta curiosa figura de los talleres torcedores
Torcedores de tabaco trabajando. Ligando la tripa. |
Existen tres métodos distintos para confeccionar los cigarros puros:
- Manual: siguen un proceso totalmente manual.
- Mecanizado: todas las fases del proceso se realizan con máquinas.
- Mixto: una máquina forma la
tripa y la cubre con el capote, mientras la capa se tuerce a mano.
Se describe a continuación las principales tareas del torcedor de Tabaco en el proceso manual en rigurosa secuencia: Moldeado de la tripa. Se moldean las hojas de tripa en forma cilíndrica, plisando las hojas como si fuese un abanico para crear pasos de aire horizontales que faciliten el tiro y asegurar que todas las caladas tengan la totalidad de los sabores del Tabaco.
Preparación del capote.
Se prepara el capote, cuya misión es sujetar la
tripa. El capote tiene, por tanto,
la finalidad de mantener unida la tripa sujetando firmemente las hojas
internas.
La unión de la tripa y el capote es un paso fundamental, ya que tiene como
objeto lograr la consistencia y forma del cigarro.
Cierre del capote sobre la tripa.
Con ambos
elementos debidamente listos, el torcedor calcula la longitud que debe tener el cigarro y envuelve el capote sobre la
tripa de un modo definitivo.
El capote con la tripa forma el tirulo, también
llamado empuño o bunche, conformando así un puro desprovisto de capa. Después, los tirulos se
colocan en filas de unas 10 unidades sobre moldes de madera del tamaño del
producto final deseado.
Moldeado del cigarro.
Tiene como objetivo que el cigarro quede prensado y las hojas
sujetas antes de empezar a colocar la capa; esta es la operación más delicada
de todo el proceso.
Los cigarros se colocan en unos moldes de madera, en donde
permanecen un corto periodo de tiempo para lograr un buen aspecto final.
Prensado del cigarro.
Los moldes se introducen en una prensa, que
aplica la presión necesaria para que los cigarros puros adquieran forma.
Durante los cuarenta y cinco minutos que dura el prensado, los puros se giran con
regularidad para crear el contorno cilíndrico deseado.
La prensa es todo un símbolo
de los torcedores. La forma de poner las cajas, el grado y tiempo de presión
pertenecen a los secretos de cada uno de los maestros.
Preparación de la hoja de la capa.
Estas hojas de capa son elegidas con especial
cuidado porque deben tener un color, una textura y un brillo inmejorable; es,
por tanto, una parte fundamental del proceso al ser la imagen que al final tendrá
el cigarro. La capa debe ser alisada antes de pasar a la fase siguiente, el
corte.
Corte de la hoja de la capa.
Se corta la capa con una cuchilla
curva, llamada chaveta, con la que prepara el vestido final del
cigarro. El tipo de corte es decisivo para lograr un buen acabado y va en función
de la vitola que se vaya a torcer. Se utiliza solo el centro de la hoja, para
que no ofrezca las venas del exterior.
Torcido de la capa sobre el tirulo.
Se coloca la hoja
de capa para que quede lo más
sujeta y estirada posible. La punta de la hoja debe quedar en el pie y la base
de la hoja en la cabeza, al objeto de que el puro sea más suave en las primeras caladas.
Elaboración de la perilla del cigarro.
En esta parte se termina la operación
de enrollado de la capa, utilizando la chaveta y cortando la hoja a medida para
la elaboración de la perilla. Esta se fija en la cabeza con goma vegetal tragacanto.
A esta operación se la denomina vuelo.
El sobrante de la capa se desecha, no siendo
utilizado para la elaboración de otros cigarros, a pesar de ser de muy buena
calidad (hay fabricantes que sí lo hacen).
Acabado y control.
Se corta el cigarro con una guillotina para conseguir la longitud del cigarro
adecuada de cada vitola. Después, en un cepo de madera, se comprueba que el habano
se ajusta a las medidas exactas de su vitola. Comprobada forma y tamaño, los
cigarros se atan con una cinta suave en mazos de 50, pasando a la cámara de
fumigación al vacío, donde se inmunizan contra las plagas.
Fotografía de un lector en una fábrica de tabaco. |
la figura del LECTOR EN LAS FABRICAS
DE CIGARROS.
La idea de leer en el transcurso de cualquier actividad humana viene de muy
antiguo. Ya en los monasterios, en la Edad Media, existía la figura del lector,
que en los refectorios, durante la comida, leía desde un púlpito
estratégicamente situado, textos religiosos diversos. También existían otros
gremios de artesanos que tenían esta costumbre de leer a los trabajadores
durante el trabajo.
El primer
taller tabaquero donde la lectura se estableció durante la jornada laboral, fue El Figaro en La Habana, en diciembre de 1865. Su
propietario, Juan Rivas Agramunt, se acordaba de como en su localidad natal de
San Feliú de Guixols, en las fábricas de corcho se leía a intervalos novelas y
fragmentos de lecturas de interés para los trabajadores de la fábrica, y así
lo hizo una vez logrado el acuerdo con los 300 tabaqueros que en dicha fábrica
trabajaban.
Así acordaron en que uno de ellos hiciera de lector, a cuyo efecto cada operario
contribuía con su correspondiente cuota, a fin de resarcir el jornal que aquél
dejaba de percibir durante el tiempo que empleaba en la lectura.
Esto se sabe
porque al poco tiempo de su implantación, el periódico cubano La Aurora publicaba la noticia en un artículo donde aplaudía la iniciativa y daba la
enhorabuena a los trabajadores por tan bonita decisión.
Meses mas tarde, la fábrica de la marca La Flor de
Tabacos de Partagás, de Jaime Partagás y Rabel, se acoge a esta iniciativa e
implanta la lectura en sus talleres.
El lector, normalmente hombre, se colocaba siempre frente a la galera y tenía la
misión de leer en voz alta
periódicos del día, novelas, revistas y libros a los torcedores de
cigarros; cada obrero pagaba al lector una cantidad de dinero por su trabajo; la
lectura se hacía en tres turnos la lectura divididos en espacios de 45
minutos.
La labor del lector en las fábricas fue muy apreciada por los trabajadores y llegó a
ser considerada algo así como un derecho social y cultural. El importante papel
del lector se aprecia por el largo tiempo que perduró, aún después de la
aparición de la radio. Aunque la iniciativa se extendió rápidamente entre el
las fábricas de Tabaco, no faltaron sectores retrógrados de la sociedad y de prensa
escrita que criticaron con dureza esta actividad; por ejemplo el diario La Marina decía:
« El tabaquero, el sastre y sucesivamente los demás artesanos no deben leer
ni saber otra cosa que puramente roza con sus respectivos oficios, pues los
periódicos políticos y de propaganda demagógica solo tratan de inocular entre
los artesanos la pasión política y el espíritu de partido cuando el pobre no
debe tener otro que el de pacífico oficio con que se mantiene a su
familia ».
La controversia aumentó hasta el punto de prohibirse después de
cinco meses desde su inicio, mediante una orden el 14 de mayo de 1866.
Tuvieron
que pasar 14 años para su restablecimiento, que no fue definitivo. Hubo varios
periodos de prohibición seguidos de otros donde se autorizaba aunque con
ciertas restricciones. Realmente lo que ocurría era que las con aquellas
lecturas el obrero escuchaba y pensaba. A veces las lecturas eran políticas y a
nadie interesaba que los trabajadores abrieran los ojos al mundo exterior,
recibir cultura o incluso consignas subversivas.
José Martí, el gran
intelectual de la independencia cubana, decía sobre las fábricas
tabaqueras que « eran como academias que con su leer y pensar continuos y
aquellos liceos donde la mano que dobla en el día la hoja de tabaco levanta en
la noche el libro de enseñar ».
LA PRODUCCIÓN Y EL CONSUMO DE TABACO EN EL MUNDO
La producción mundial de tabaco en la campaña 2002/03 (100
países productores) fue
de aproximadamente 6,20 millones de toneladas sobre una superficie total
cultivada de 3,9 millones de hectáreas y un rendimiento promedio de 1.573
kilogramos por unidad de superficie (datos de la Organización Mundial para la
Alimentación y Agricultura – FAO, 2004).
China es el primer país productor con el 37% del volumen total mundial, con
una superficie cultivada de 1,35 millones de hectáreas y un rendimiento
promedio de 1.700 kilogramos por hectárea (FAO, 2004).
La producción mundial de tabaco descendió un 3% en el último año, comparada
con el quinquenio 1997/98 – 2001/02 la disminución es del 6,5%.
Estados Unidos, se ubicaba como segundo país productor de tabaco del mundo en la campaña 1997/98; en la última campaña registrada descendió a quinto lugar, con una merma importante de su producción. Si se compara la última campaña versus la 1997/98, la disminución es del 43,8 %. en contra, Brasil experimentó una situación inversa a Estados Unidos. En la campaña 2002/03 se ubica en el segundo lugar como país productor mundial de tabaco, el incremento registrado en el período de estudio es del 28%.
Los rendimientos promedio obtenidos a nivel mundial en la última campaña oscilan entre los 1400 y 2900 kilogramos por hectárea, excepto Turquía, quien no alcanzó los 1000 kilos por unidad de superficie. Italia obtuvo los mejores rendimientos, 2.900 kg/ha, mientras que India produjo a un promedio de 1400 kilogramos por ha. (FAO, 2004).
El volumen total exportado de tabaco en la campaña 2002/03 descendió un 5,3 % con
respecto al mismo período anterior. A esa fecha, Brasil es el principal país exportador
con el 22 % del total comercializado mundial. Le siguen en orden de importancia
China y USA.
En cuanto a importación de tabaco en bruto, los principales países por orden de
importancia son: Alemania, Rusia, EEUU, Países Bajos, Japón y Reino Unido,
España, .....
A continuación se aporta unas gráficas con la producción
mundial de tabaco en rama en el mundo. A primera vista se ve la desproporción existente entre el primer productor (China) y el resto de países. No obstante,
estas cifras pueden a llevar a confusión o contradicción si decimos que « Cuba
produjo en 2005 el 26.8% del tabaco en rama negro (para elaborar puros) que se
cosecha en el mundo, unas tres veces más que República Dominicana, Brasil,
Argentina y Paraguay, según estadísticas internacionales », datos tomados
de la página: www.conexioncubana.net.
Así no se podrán comparar cifras
globales de producción de tabaco con aquellas cifras referidas a producción de
hoja de tabaco para elaboración exclusiva de puros habanos de cierta calidad,
como es el caso de la producción cubana, dominicana, hondureña, etc...
PREVISIONES DE CONSUMO Y PRODUCCIÓN DEL TABACO
Arriba tabla de producción de tabaco Abajo Tabla de consumo. |
Un interesante estudio de la Organización Mundial para la Alimentación y Agricultura (F.A.O.) del año 2004 denominado previsiones de la producción de tabaco, el consumo y el comercio para el año 2010 daba una serie de datos sobre la previsible evolución del consumo y la producción de tabaco:
La
demanda mundial de tabaco seguirá aumentando hasta el año 2010, debido en gran
medida al crecimiento de la población y de los ingresos, pero la tasa de
crecimiento será inferior a las registradas hasta ahora.
El estudio precisa que mientras en los países desarrollados se fumará cada vez
menos, en las naciones en desarrollo aumentará el consumo.
Según las previsiones, la producción global de tabaco sobrepasará los 7,1
millones d toneladas de hojas de tabaco en 2010, un aumento considerable
respecto a los 5,9 millones de toneladas producidos en 1997/99. La cifra record
de producción de tabaco se registró en 1992 y fue de 7,5 millones de toneladas.
El número de fumadores pasaría
de los 1.100 millones de 1998 a unos 1.300
millones en 2010, lo que significaría un aumento anual en torno a 1,5 por
ciento.
A pesar del aumento general en el consumo de tabaco, la FAO prevé que el
consumo por adulto bajará un 10% de aquí al año 2010, pasando de 1,6 Kg.
consumidos por persona en el año 2000 a 1,4 Kg., aproximadamente.
Con políticas y campañas destinadas a combatir el tabaco y el hábito de fumar, el consumo por persona podría bajar incluso un 20%. El consumo por persona está disminuyendo significativamente en los países desarrollados y también, de manera más modesta, en los países en desarrollo, China incluida.
Fumar cigarrillos es la manera más común de consumir
tabaco; los cigarrillos
confeccionados o liados a mano representan el 85% del tabaco consumido
en todo el mundo. China es la mayor consumidora de cigarrillos con 320
millones de fumadores.
Alrededor de 100 países son productores de tabaco. Los principales son China,
India, Brasil, Estados Unidos, Turquía, Zimbabwe y Malawi; todos juntos
producen más del 80% del tabaco del planeta. China, por sí sola,
produce más del 35%.
Las proyecciones indican que en el año 2010 los países desarrollados consumirán
en torno a un 29% del consumo mundial de tabaco (en 1998 era el 34%), mientras que los países en desarrollo consumirán un 71%.
En los países en desarrollo se fumará más y se prevé que el consumo de tabaco alcance en 2010 los 5,9 millones de toneladas (frente a los 4,2 millones de 1997/99). Esta cifra representa un porcentaje anual de crecimiento de 1,7% entre 1998 y 2010, si bien es significativamente inferior al porcentaje del 2,8% observado en los países en desarrollo entre 1971 y 1998.
En
India, el 2º mayor consumidor de tabaco, los cigarrillos convencionales
representan sólo el 25% del consumo. La mayor parte de la población
consume tabaco de forma diversa, por ejemplo, con los bidis enrollados a mano,
el tabaco para mascar, etc. Con toda probabilidad la demanda total de tabaco en
India seguirá aumentando, pero a un ritmo inferior que en las décadas pasadas.
En América Latina, el uso de tabaco en 1998 fue de 0,48 millones de toneladas,
de las cuales más de la mitad en Brasil. Se prevé un modesto aumento de la
demanda en esa región hasta 2010, principalmente en Brasil.
En África, la demanda total de tabaco aumentó en la década de los 90 y se
alcanzó el record de crecimiento anual (3,5%). Las previsiones indican que
hasta 2010 la tasa de crecimiento será similar.
En Oriente Próximo, la demanda de tabaco aumentará del 0,42%, un
porcentaje de crecimiento algo más bajo que el experimentado en la década de
los 90 (0,44%).
El informe afirma que: Las políticas de ayuda a la producción del tabaco en los países
desarrollados están sometidas a una presión constante y los beneficios del
tabaco, en el ámbito del cultivo, bajarán todavía más.
Las existencias, con toda probabilidad, aumentarán en los países donde los
costes de producción son bajos, no hay restricciones a la producción y se
cuenta con buenos sistemas de transporte y de acceso a los mercados
internacionales.
Habida cuenta de ello, podríamos prever también un ulterior traslado de
la manufactura de cigarrillos a los países en desarrollo. De hecho, la producción de cigarrillos en los países en desarrollo
sobrepasa ya el nivel de producción de los países desarrollados.
Así, finaliza diciendo que dado que el elemento propulsor de la economía mundial del tabaco es el aumento de la demanda en los países en desarrollo, las políticas institucionales de reducción de uso del tabaco deberían centrarse en la demanda antes que en las existencias de producción
GALERÍA DE IMÁGENES.-
FUENTES DE INFORMACION.
(*1) Enciclopedia cigarro puro. cigarros-puros.com
http://www.cigarros-puros.com/enciclopediadelcigarropuro/01d52592d707edc16/01d52592f912dd601/index.html
(*2) Desde la semilla hasta el humo - El Tabaco negro en Pinar del Rio
http://www.guerrillero.co.cu/sitiotabaco/index.htm
(*3) Ministerio de Agricultura Argentino
http://www.sagpya.mecon.gov.ar/new/0-0/programas/economia_agraria/regionales/tabaco.pdf
(*4) Inter Press Service - Economics Press Service, 1997
http://cubaalamano.net/sitio/promocion/epsHab.htm
(*5) Conexión Cubana
http://conexioncubana.net/
(*6) El Cigarro. Historia y Cultura http://www.monografias.com/trabajos29/el-cigarro/el-cigarro.shtml?monosearch
(*7) El curado del Tabaco
http://www.monografias.com/trabajos30/curado-tabaco/curado-tabaco.shtml#manejo
(*8) Cultivadores de Tabaco de España
http://www.cultivadoresdetabaco.org/cifras.html
(*9) Projections of tobacco production, consumption and trade to the year 2010
ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/006/y4956e/y4956e00.pdf
(*10) Expléndida web en castellano con amplios contenidos históricos del tabaco en
los Estados Unidos.
http://cigarsoftampa.com/coleccion.html
(*11) Revistas de la A.V.E. nº 276 y 250.
(*12) Museo interactivo de la industria tabaquera de Tampa. Anatomía de una fábrica de cigarros puros. http://www.museumofcigars.com/anatomy_bldg.html
(*13) El arte de conocer y disfrutar los puros habanos. Autor: Rafael Bernardos.
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